Unas 5.000 personas salieron a las calles de una decena de ciudades y puntos claves para exigir medidas de calado para el sector
22 feb 2024 . Actualizado a las 18:06 h.El campo gallego encaraba ayer su primera jornada oficial de movilizaciones. A pesar de que algunos agricultores y ganaderos ya se habían manifestado con anterioridad, las principales asociaciones habían optado por dejar en pausa las protestas a la espera de que se resolviesen los comicios gallegos del pasado domingo. Y así fue. Una vez superada la cita con las urnas, cientos de tractores se desplegaron ayer por diferentes puntos de la comunidad para exigir a las Administraciones soluciones de calado para un sector que sufre desde hace años una importante crisis. Según las cifras que manejan las organizaciones agrarias, las protestas concentraron a unos 600 tractores y 4.000 personas en una decena de localidades de toda Galicia, con especial afectación en A Gudiña y Pedrafita.
En la localidad ourensana, decenas de tractores cortaron los accesos al casco urbano con vehículos que llegaron desde Viana do Bolo, A Mezquita o Riós, entre otros lugares. «Non vimos en son de guerra, non imos facer unha falcatruada», aseguraba María Páez, responsable de Unións Agrarias en Viana. Y esa fue la máxima que reinó en una protesta que se alargó hasta las dos de la tarde, cuando los participantes decidieron plegar velas y regresar a casa.
En Pedrafita, una treintena de tractores circularon lentamente por la travesía que une la rotonda de acceso a la localidad y la que enlaza con la A-6, ralentizando el tráfico rodado en uno de los puntos clave de comunicación entre el norte de Galicia y la Meseta.
La capital gallega también acogió la protesta de unos sesenta tractores llegados desde Santa Comba, Arzúa o Melide. Todos ellos se dieron cita en San Caetano pasado el mediodía. En las proximidades de este punto, un buen número de vehículos agrícolas permanecieron estacionados en un carril sin provocar mayores incidentes en la circulación de la ciudad. Tras un descanso para comer, la sobremesa volvió a tornarse reivindicativa y los tractores volvieron a llenar las calles aledañas al Parlamento y la Alameda durante unas horas, tras lo cual también optaron por terminar los actos.
La escena se repitió en las carreteras lucenses. El centro de la ciudad acogió una tractorada formada por decenas de vehículos que rodearon la Muralla hasta llegar al multiusos de la Xunta. Allí volvieron a exigir mejores precios para la leche y la carne, exhibieron el rechazo a una carga burocrática que se estima excesiva y demandaron una PAC que se adapte a la realidad gallega. Los lucenses también optaron por regresar a sus casas con sus tractores a la hora de comer.
Algo más tensas fueron las protestas de A Coruña, donde los manifestantes se vieron en un principio imposibilitados a cumplir con su objetivo de llegar al centro de la ciudad. La previsión inicial era que los vehículos entrasen desde la avenida de Alfonso Molina hasta la plaza de Ourense. Y, aunque al inicio de la protesta se dio la orden de impedir su entrada en el centro de la urbe, finalmente los tractores pudieron llegar al corazón de la ciudad. «Abriuse o melón en Bruxelas de retomar temas agrarios, tamén no ministerio, pero non é suficiente porque son medidas moi vagas e sobre todo que non teñen en conta as peculiaridades de Galicia», manifestaba Xosé Ramón Cendán, del Sindicato Labrego. Desde Ortigueira destacaban el logro que suponía «xuntar tanta xente». De hecho, en el polígono de Cuíña el ambiente era el de un día de ITV de vehículos agrícolas, tal y como apuntaba un vecino que, aunque no trabajaba en el campo, quiso solidarizarse con el sector. Más de treinta tractores secundaron una convocatoria que generó retenciones de media hora y, sobre todo, sorpresa entre los vecinos de la villa.
En Ourense la escena no pilló desprevenidos a los vecinos. Esta ciudad fue en una de las primeras en las que se organizó una movilización masiva del sector para reclamar medidas a favor del campo. En torno a medio centenar de tractores realizaron una marcha lenta con destino a la sede de la Subdelegación del Gobierno, donde dejaron un escrito al representante del Ejecutivo central con sus reivindicaciones. «Reclamamos prezos xustos para o noso traballo, que teñamos menos papeleo e que non nos poñan leis desde Madrid ou desde Bruxelas que nos obrigan a abandonar o rural», señaló Carlos Basalo, portavoz de los manifestantes.
En Lalín, en torno a un centenar de tractores se movieron por las calles y la periferia urbana de la ciudad en una manifestación que no se alargó más allá de primera hora de la tarde.
Tractores por toda España
Galicia no fue la única comunidad que acogió las protestas del campo. Los profesionales del sector salieron por toda España (y por Europa) para llevar sus reivindicaciones a la calle. En Asturias, la carretera N-630 (Puerto de Pajares) fue cortada durante media hora, y en Oviedo —cuyo centro urbano quedó cortado durante más de 24 horas— se registraron algunos momentos tensos.
En Salamanca, la gran protagonista de la jornada fue la reina Letizia, que a su paso por el medio de la protesta decidió ralentizar el paso del coche en el que viajaba, bajar la ventanilla y saludar a los ganaderos que allí permanecían concentrados.
Mucho menos distendida fue la jornada en Cantabria, donde las manifestaciones —que lograron cortar las autovías A-8 y A-67— acabaron con varias actuaciones que elevaron la tensión entre los manifestantes y la Guardia Civil, dando lugar a algunos forcejeos.
Lo peor de los paros se espera que se registre hoy en Madrid. Allí confluirán varias rutas de tractores provenientes de diversos puntos de España para participar en una gran manifestación en el centro de la capital, en la que se prevé la participación de más de 500 vehículos. El Ayuntamiento ya ha advertido a los ciudadanos que se podrán registrar importantes afecciones al tráfico y ha desplegado 80 agentes de movilidad.
El resto de Europa tampoco permanece ajeno al conflicto. De hecho, en algunos países se han bloqueado por completo los accesos a importantes nudos de comunicación. En Polonia, por ejemplo, varios grupos de agricultores mantuvieron cerrados a lo largo de toda la jornada las entradas a las principales ciudades y puertos, así como los pasos fronterizos con Ucrania; protagonizando así la mayor jornada de protestas hasta la fecha. De hecho, el Ministerio de Exteriores ucraniano tuvo que pedir a Varsovia que tomara medidas al respecto.
En Grecia, miles de personas salieron también a la calle para llevar sus protestas directamente a la sede del Parlamento, en el centro de Atenas.
Información elaborada por O. P. Arca, M. Cobas, X. M. Palacios, C. Devesa, A. F. Cuba, R. Nóvoa, M. Alfonso, J. Benito y S. Cabrero
La aplicación de purines y el lobo, las demandas del norte
Las características de las explotaciones agrarias de la cornisa cantábrica hace que sus reivindicaciones sean más específicas
M. Alfonso
Nada tiene que ver una granja de leche gallega con una de Castilla y León, y muy poco se parece una explotación agrícola de Asturias a una de Murcia. Así que los agricultores y ganaderos de la cornisa cantábrica han consensuado una lista de demandas que difieren un poco de la que llevan semanas reivindicando sus compañeros en el resto de España. Se quejan, por ejemplo, de los ecorregímenes, que no están pensados para pequeñas explotaciones como las suyas. Y del decreto de nutrición sostenible de suelos, que ha convertido el purín en un problema, porque ahora ya no pueden aplicarlo como hacían de forma tradicional y los nuevos sistemas no son compatibles con el reducido tamaño de sus fincas. También, de los problemas que ocasiona el lobo, cuya presión es mucho mayor en las comunidades del norte.
COINCIDENCIAS
PRECIOS JUSTOS Y NO A LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO
La lista de reivindicaciones que han consensuado las organizaciones agrarias del norte de España para convocar estas protestas incluye varias de las demandas que los agricultores han reclamado a lo largo y ancho de Europa. Ellos también quieren unos precios justos para sus productos y, para ello, piden que se creen unos índices de referencia que permitan conocer los costes de producción en los diferentes sectores. Esto permitiría comprobar que nadie está pagando por debajo de los costes. «Esiximos que a lei da cadea alimentaria non sexa papel mollado, que se poñan en marcha instrumentos para que se cumpra», explicaron desde Unións Agrarias que, junto con la Asociación Agraria de Galicia y el Sindicato Labrego Galego, convocaron esta protesta. También reclaman que se cree la figura del mediador de los contratos y la puesta en marcha de un observatorio de precios. Rechazan, además, los tratados de libre comercio que pongan en peligro sus producciones, como el de la UE y Mercosur.
EXCESO DE BUROCRACIA
EL DECRETO DE NUTRICIÓN DE SUELOS
Otra de sus demandas se refiere a eliminar el exceso de burocracia que pesa sobre las explotaciones agroganaderas, al igual que en el resto de España. «Non pode ser que un titular de explotación dedique o 75 % do seu tempo a cubrir esixencias lexislativas», añadieron en UU.AA. Pero aquí ponen especialmente el foco en el decreto de organización de las explotaciones bovinas y en el de fertilización de suelos sostenibles. Este último trae de cabeza a más de una explotación ganadera gallega, pues prohíbe esparcir el purín con sistemas como el plato o el abanico y obliga a inyectarlo en la tierra. Desde el SLG, Xulio Fernández aseguró que esta norma arrastrará al cierre a muchísimas pequeñas granjas que no podrán adaptar su maquinaria a estas exigencias. El problema es que esos nuevos sistemas son de mucho mayor tamaño, lo que provoca que sean inútiles en fincas pequeñas, como las que existen en Galicia. A mayores, no ha dado tiempo a cambiar la maquinaria, porque las empresas no dan abasto para suministrar los nuevos equipos. Eso está provocando que, a día de hoy, muchos ganaderos gallegos no sepan cómo van a aplicar el purín que, por otro lado, es un abono que Europa recomienda en detrimento de los fertilizantes químicos, por ser más sostenible.
LA PAC
EL PROBLEMA CON LOS ECORREGÍMENES
Esta nueva figura, que se incluyó por primera vez en la PAC del pasado año, trae de cabeza a los agricultores. Pero es en la cornisa cantábrica donde está dando mas quebraderos de cabeza, pues no se adapta a la realidad de las explotaciones del norte de España. De hecho, Galicia fue una de las comunidades que menos superficie amparó bajo esta figura. Ahora, las organizaciones agrarias piden que los ecorregímenes, y la PAC en general, tengan también en cuenta las características de esta zona y que, por ejemplo, los pagos se hagan en función de las personas activas y no de la superficie, ya que sus explotaciones son de mucho menor tamaño que las de otras zonas españolas. «Necesitamos unha PAC para as persoas, non para os territorios, e que sexa un instrumento para que deixen de desaparecer explotacións», reivindican en Unións Agrarias. Francisco Bello, de Asaga, señaló que «estamos a defender a dignidade de vivir no rural». Expresó que es fácil legislar desde Bruselas o Madrid imponiendo cuestiones que «non teñen ningún sentido», e indicó que el futuro de la agricultura y de la alimentación en Europa está en grave riesgo, y que la UE debe replantearse su política.
FAUNA SALVAJE
LOS PROBLEMAS DEL LOBO
Aunque hay muchas comunidades de España a las que no ha gustado la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres de Especial Protección (Lespre), es en las comunidades del norte donde peor han acogido esta medida. Porque Galicia, Asturias y Cantabria están entre los tres territorios con más presencia del cánido. Por eso los manifestantes que ayer tomaron las carreteras exigen que se elimine la protección del lobo y que se cree un plan de gestión que prevea indemnizaciones inmediatas para los ganaderos por la pérdida de animales y el lucro cesante. Son sus animales los que están alimentando al cánido, aseguran.
ANTE QUIÉN PROTESTAN
EUROPA, GOBIERNO Y COMUNIDADES AUTÓNOMAS
Buena parte de sus demandas se refieren a la normativa comunitaria, de ahí que sus protestas se dirijan, principalmente, hacia la Comisión Europea y sus políticas. Al Gobierno central le exigen que traslade todas sus reivindicaciones ante las autoridades europeas, en el Consejo de Ministros de la UE que se va a celebrar el próximo día 28, y que revise su postura sobre el lobo. Y a la Xunta le reclaman que haga todo lo posible por ayudar al sector, promoviendo la movilización de tierras y modificando las ayudas por ataques de la fauna salvaje.
LA CONSELLERÍA
UNA MORATORIA PARA LA LEGISLACIÓN
La Consellería do Medio Rural sostiene que todas las demandas de los agricultores se centran en la legislación europea y, por eso, reclama al Gobierno central que lidere un movimiento en Europa para pedir una moratoria de la legislación mientras se abre un debate sobre el futuro del sector. «O foco ten que ver coa lexislación europea, que se fixo de costas aos agricultores», concluyó el conselleiro en funciones José González.