La secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, respalda un cultivo con cada vez más demanda en el mercado por su potencial para la producción de fibra o la industria alimentaria
22 may 2024 . Actualizado a las 10:06 h.Hay un cultivo, el cáñamo, que se adapta perfectamente a las condiciones agroclimáticas de España. Y Galicia. Por eso, la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, cree que es una «interesante alternativa» para los agricultores porque dispone de unas condiciones medioambientales muy favorables al prevenir, por ejemplo, la erosión del suelo. De todas esas ventajas habló durante la presentación esta mañana del Clúster del Cáñamo Industrial, una organización patronal compuesta por varias empresas, centros de investigación y agricultores de España y Portugal que trabajan en torno a la explotación y aprovechamiento de las cualidades del cáñamo y sus diferentes usos, tanto agrícola como en la industria alimentaria, farmacéutica, del plástico, la construcción o los combustibles. «Lo que pretendemos con la creación del clúster es crear una cadena de valor que tenga un diálogo fluído con la administración para, entre otras cosas, lograr los cambios legislativos necesarios para que este cultivo pueda continuar desarrollándose», explica el presidente del Clúster y director del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario (CTAEX) de Extremadura, José Luis Llerena. Porque, como explica, en España la actual legislación referente al cáñamo data de 1967 y prohíbe, por ejemplo, la manipulación de la flor.
Profundizar en la investigación en torno a este cultivo es otro de los objetivos del Clúster para aumentar la competitividad de este sector: «Hemos logrado realizar un control cualitativo y cuantitativo de los cannaboides _explica Llerena_ y somos el primer laboratorio certificado para investigar en disciplinas que competen al cáñamo».
El cáñamo, que tiene dos cannaboides (el THC, una sustancia psicoactiva usada con fines recreativos o medicinales, y el CBD, que se usa en cosmética), puede explotarse de diferentes modos, también desde el punto de vista industrial para la fabricación de fibras. Para optar a ayudas de la política agraria común (PAC), el cáñamo ha de tener menos de un 0,3% de THC. De ahí que para producir plantas con mayor índice de este cannaboide debe contarse con la autorización de la Agencia Española del Medicamento: «En esto _dice el responsable del Clúster_, Portugal nos lleva ventaja porque tiene 30 licencias, mientras que en España hay 7».
Más allá de eso, la plantación de cáñamo para uso de la industria tiene muchas opciones. También en Galicia. De hecho, hace unos días la Asociación Galega de Cooperativas (Agaca) impartió una jornada informativa sobre las opciones de negocio que tiene este cultivo para las explotaciones gallegas. Esto es algo de lo que llevan hablando desde hace tiempo desde la Asociación Galega do Cáñamo.
Lo que está claro es que solo desde el punto de vista agronómico, el cáñamo tiene muchas ventajas para los agricultores. De ciclo productivo corto, es una planta bastante tolerante a las plagas o enfermedades, lo que también redunda en la reducción del uso de productos fitosanitarios, en línea con los objetivos que se marca Bruselas dentro de su estrategia de conservación de la biodiversidad y cuidado del medio ambiente. Es por eso por lo que desde la Secretaría de Estado de Agricultura, en línea con los objetivos del recién nacido Clúster del Cáñamo Industrial, quieren promover el potencial del cáñamo entre los agricultores. Porque, como explican desde ese departamento dependiente del Ministerio de Agricultura, ha habido mucha información errónea en torno al cultivo del cáñamo «debido a la actual interpretación normativa por la posible presencia de compuestos estupefacientes».
Por eso, añaden también, «desde el ministerio se ha hecho una importante labor de divulgación para informar al agricultor de las finalidades permitidas, los condicionantes existentes y las obligaciones que deben cumplir los cultivadores». Porque el cultivo del cáñamo industrial está dentro de las competencias de Agricultura porque es el destinado únicamente a la obtención de fibra: «recientemente ha comenzado cierta demanda para otros usos como bioplásticos, biocomposites, materiales de construcción o usos medioambientales».