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Flavescencia dourada: es obligatorio combatir la plaga que mata al viñedo

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Medio Rural recuerda que los propietarios de viñedo en las llamadas zonas demarcadas, donde la enfermedad se ha detectado, tienen que aplicar tratamientos insecticidas antes del día 26 o podrían enfrentarse a sanciones

25 jun 2024 . Actualizado a las 19:03 h.

La Flavescencia dourada, una enfermedad que afecta al viñedo y contra la que, hasta ahora, no hay cura, fue detectada en Galicia el 2 de febrero del pasado año. Desde entonces, en la Consellería do Medio Rural han tomado una serie de medidas para tratar de combatirla. Pero lo cierto es que, en los últimos meses, se han detectado nuevos positivos en otras parroquias vitícolas, todas ubicadas en el sur de Galicia. La única forma de acabar con esta enfermedad es eliminar al Scaphoideus titanus, el insecto que se encarga de transmitirla. Por eso, los propietarios de viñedo ubicado en las llamadas zonas demarcadas están obligados a aplicar, antes del próximo día 24, un tratamiento insecticida. Algo que también deben hacer los dueños de vid ubicada en la conocida como zona tampón.

¿En qué consiste esta enfermedad y qué síntomas produce?

La Flavescencia dourada está causada por el organismo Grapevine flavescence dorée phytoplasma, que transmite un insecto vector. La enfermedad está presente desde hace años en Portugal y se cree que, desde allí, cruzó la frontera hacia Galicia. En la comunidad se había detectado con anterioridad la presencia del insecto, pero no la enfermedad. Hasta el 2 de febrero del 2023, cuando se confirmó el primer positivo. Entre los síntomas que presenta el viñedo destacan el retraso en la brotación, la mortalidad total o parcial de las cepas, la ausencia de producción, coloración roja o amarilla de las hojas y sarmientos con porte desmayado, dando a la planta una imagen de llorona. Los mejores meses para detectar estos síntomas son entre finales de julio y finales de agosto.

¿Cómo y dónde se detectó en Galicia?

A finales del año 2022 se encontraron seis plantas infectadas en el sur de Galicia, lo que obligó a poner en marcha el protocolo, pues esta es una enfermedad de declaración obligatoria. Se estableció entonces una zona demarcada, formada por aquellas parroquias en las que se había detectado algún síntoma de la enfermedad, y otra tampón, en la que se incluían zonas limítrofes a las primeras. Esta lista fue ampliada en noviembre del pasado año, después de que se detectaran nuevos positivos en insectos y en plantas.

Los puntos rojos marcan los positivos por la enfermedad; la zona oscura es la demarcada, donde las medidas son obligatorias; y la más clara es la tampón
Los puntos rojos marcan los positivos por la enfermedad; la zona oscura es la demarcada, donde las medidas son obligatorias; y la más clara es la tampón Consellería do Medio Rural

¿Cuáles son actualmente las zonas demarcada y la tampón?

Las parcelas infectadas se encuentran en los municipios de A Cañiza, Arbo, Crecente, As Neves, O Rosal, Oia y Tomiño en la provincia de Pontevedra y en los de Cortegada, Pontedeva y Padrenda en Ourense. Además, la zona tampón se extiende a los municipios de Salceda de Caselas, Salvaterra do Miño y Tui, en Pontevedra, y Gomesende y Quintela de Leirado en Ourense. La lista completa por parroquias puede consultarse en la web de Medio Rural.

¿A qué están obligados los viticultores?

«Non hai tratamento e o único que podemos facer e tentar acabar co insecto vector. Aplicar insecticidas é obrigatorio», explica Víctor Novo, jefe de servicio Sanidade Vexetal de la Xunta de Galicia. Los viticultores cuyas parcelas estén ubicadas en las zonas demarcadas deben aplicar un tratamiento insecticida cuando así lo diga la consellería. El aviso saltó esta semana, porque las ninfas de ese insecto se encuentra en su estado más avanzado. Así que el tratamiento debe realizarse antes del día 24. Además, debe repetirse a los quince días y un mes después del segundo tratamiento. En la web de Medio Rural figura la lista de los productos que se deben aplicar así como una serie de recomendaciones. La aplicación de estos tratamientos también está recomendada en las parcelas de la zona tampón. «Cada vez aparecen máis parcelas e máis insectos contaminados, por iso é fundamental a loita contra este insecto. E moitos viticultores non aplican tratamentos insecticidas, solo contra os fungos», añade. Es obligatorio anotar estos tratamientos en los cuadernos de explotación, que podrán ser requeridos por los técnicos.

¿Qué sucede si tengo una viña con síntomas?

Pues lo primero que se debe hacer es ponerse en contacto con los servicios de Sanidade Vexetal de la Xunta, que serán los encargados de confirmar la presencia de la enfermedad. Cuando el positivo sea oficial, se debe arrancar las cepas infectadas, así como las que se encuentran en la misma parcela. «Hai indemnizacións en forma de axudas polas cepas que teñan que arrincar, nas que se paga unha cantidade por cepa e hai outras por superficie, nas que se paga por hectárea», explica Novo. Para poder acceder a ellas es necesario notificar a la consellería la presencia de la enfermedad y el personal técnico se ocupará de «facer un control oficial», añade.

¿Qué otras medidas se pueden tomar para prevenir la enfermedad?

La primera es poner fin a los viñedos abandonados. «Son un reservorio para a poboación de insectos porque aí non hai tratamento nin manexo. Así que é necesario eliminar esas parcelas ou que a xente non as abandone», cuenta Novo. La otra cuestión que se debe tener en cuenta es dónde se compra el material vegetal. «Pola proximidade con Portugal tendemos a mercalo nas feiras e ese material pode vir contaminado. Os viveiros que comercializan planta de vide teñen que cumprir cunhas características e certificar a procedencia dese material e que está libre de virus», añade. De ahí la importancia de adquirir las cepas solo en establecimientos autorizados, que deben de estar pendientes de que no aparezcan plantas con síntomas en sus instalaciones.

¿Por qué es tan importante cumplir con estas medidas?

El problema de esta plaga, insiste Novo, es que no existe un tratamiento que permita curarla. Y que su presencia podría suponer importantes pérdidas en las regiones productoras de vino de Galicia. Hasta ahora, la enfermedad está ya afectando a la denominación de origen Rías Baixas, pero solo en las subzonas de O Condado y O Rosal. Si se consigue frenar su avance, se impedirá que los viticultores de O Salnés, donde está gran parte del potencial productivo, se vean afectados. Lo mismo sucede en Ourense. La consellería pretende que la enfermedad no llegue a la denominación de O Ribeiro, que es la que se ubica más cerca de la zona infestada. El tratamiento contra el insecto y las medidas de precaución son indispensables para combatir esta enfermedad.