Un foro del Santander y La Voz analizó la revolución que vive el campo
18 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El sector agroalimentario gallego está viviendo un «momento dulce», «único» y de «revolución total» porque es un terreno «con mucho presente y muchísimo futuro». Y por eso los distintos actores que conforman este sector —desde el vino al lácteo— han de echar mano de la «innovación y digitalización» para sumarse a ese cambio que dictan las nuevas normas que llegan de Bruselas y las demandas cada vez más exigentes de los consumidores para poder ser competitivos. Esos fueron algunos de los mensajes lanzados ayer durante el Foro Agroalimentario Santander, organizado en Santiago por La Voz de Galicia, y donde la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, recordó durante su clausura que «Galicia é unha potencia agroalimentaria e témolo que crer».
Ya durante la apertura del encuentro, el director de La Voz de Galicia, Xosé Luis Vilela, animó a poner en valor el prestigio de los productos del campo gallego, «algo no que xa se está traballando dende a marca Galicia» y a poner en marcha iniciativas innovadoras como las que fueron expuestas durante el coloquio en el que participaron Carlos Carrión, presidente de Paco & Lola; Xesús Mazaira, socio de Airas Moniz; Lorena Ruiz, directora de Negocio Agroalimentario de Santander España; y Jesús García, director de Operaciones del Grupo Lence.
Justo antes, el director comercial de Banco Santander en Galicia, Francisco García, dio algunos datos que atestiguan el compromiso de la entidad con esas empresas que invierten en iniciativas enfocadas a hacer el sector más competitivo en una comunidad en la que el Banco Santander tiene unos 40.000 clientes agro: «De las 125 oficinas agro que tiene el Banco Santander, once están en Galicia, donde la financiación de iniciativas del sector agroalimentario creció un 55 % el año pasado, llegando a los 330 millones de euros», dijo.
«Saber leer el mercado»
Pero fueron los participantes en el coloquio los que, a través de sus experiencias particulares, describieron cómo está enfrentando el sector el cambio en el sector agroalimentario porque, como explicó Carlos Carrión, «el desafío que viene es tremendo» y, por eso, «lo que tenemos que hacer es trabajar en equipo y saber leer el mercado».
En el caso del sector del vino, como añadió, uno de los grandes retos es, en un contexto en el que el consumo de este producto está en disminución, adaptarse a un mercado que empieza a demandar productos más sostenibles, también en el etiquetado y los envases, o vinos sin alcohol. De hecho, este último fue un asunto que fue debatido en Bruselas el pasado mes de diciembre. «Estamos en una revolución de 360 grados que va desde el viñedo hasta los proveedores», apuntó.
A su vez el lácteo, como reconoció Jesús García, aunque vive un momento dulce tanto a nivel de producción como industrial y de ventas, ha de tener en cuenta que «la industria está aumentando en producción porque todo el mundo quiere crecer». Por eso, advirtió de que, a su juicio, «la parte productiva tiene que crecer porque llegará un momento en el que la leche que se produzca en Galicia no va a llegar».
Además, aprovechó para pedir a la Administración «una ordenación que deje clara la superficie agraria útil disponible en concellos que no sean los que concentran la mayor parte de la producción láctea de la comunidad porque hay municipios que, por su carga ganadera, no pueden crecer más». En este sentido, añadió que esto haría más competitivas las explotaciones de un sector maduro como es el lácteo y que compite a nivel europeo y mundial.
Pero también, como apuntó desde Airas Moniz, Xesús Mazaira, «nos estamos quitando el complejo de salir al exterior y comercializar con orgullo un producto que está alcanzado cada vez un precio mayor con márgenes que dan juego para continuar innovando».
Y apuntó que estamos «al nivel de productos de otros territorios, pero esto va a ir a más. Lo estamos viendo con el cambio climático que da a Galicia ventaja con respecto a otros territorios, algo que debemos de aprovechar para salir al exterior».
Y sobre precios pagados en el exterior por los productos gallegos Carlos Carrión dio un dato: «el precio de exportación a Estados Unidos de vino de la denominación de origen Rías Baixas está en ocho euros».
Lo que está claro es que, como apuntó Lorena Ruiz « hay que observar mucho al consumidor porque los hábitos de consumo están cambiando y tanto la innovación como la digitalización van a lograr que las empresas sean más rentables, eficientes y competitivas». Para ello, como añadió, hay que desarrollar productos «que gusten, que tengan sabores únicos, algo que sabemos que se hace en Galicia. Eso es lo que tenemos que poner en valor, que el consumidor vea que los alimentos marca España y los productos europeos son productos que nos están dando salud».
Pero también es fundamental a la hora de lanzar un artículo nuevo, como puntualizo Xesús Mazaira, «saber entender a los consumidores porque puede ser que saquemos un producto para el que el público no esté preparado».