El 30 % de la madera gallega de coníferas no se puede aprovechar por cuestiones técnicas y legales
FORESTAL
El encuentro Piñeiros, organizado por la Fundación Arume, pone de relieve que Galicia y Portugal precisarán más plantaciones para hacer frente a la demanda del mercado
02 jun 2023 . Actualizado a las 17:09 h.Hace ya dos años que las universidades de Vigo y Santiago, en colaboración con la Consellería do Medio Rural y otras entidades gallegas, están inmersas en la elaboración del inventario forestal continuo de Galicia. Un documento que tratará de responder a las preguntas de cuánta madera hay en los bosques gallegos, cuánta habrá en el futuro y cuánta de ella estará disponible, entre otras cosas. Aunque el documento todavía no está finalizado, la Xunta ya ha puesto en marcha una web en la que se ha volcado parte de la información recogida hasta el momento. Uno de esos datos deja ver que no toda la madera de coníferas que existe en Galicia puede ser aprovechada por la industria maderera. Porque el 30 %, según explicó Juan Picos, director de la Escola de Enxeñaría Forestal de Pontevedra, está afectada por restricciones técnicas o legales. Y eso supone un problema porque, tal y como quedó de relieve en el encuentro Piñeiros 22, celebrado por la Fundación Arume en la Cidade da Cultura, Galicia precisará en los próximos años más madera de pino.
Según Susana Carneiro, directora ejecutiva del Centro Pinus de Portugal, no es la comunidad gallega la única que sufre carencia de esta materia prima. «Sabemos que a madeira de piñeiro vai ser un recurso escaso no mundo», aseguró. Esa escasez ya está afectando al país vecino, donde su producción «cubriu apenas o 57 % das necesidades da industria». Y eso a pesar de que el 88 % de las empresas del sector dependen del pino. Algo parecido sucede en Galicia, donde la madera de coníferas y su transformación suponen «25.000 empregos y dous tercios do PIB», añadió José Carballo, presidente de la Fundación Arume.
Carballo tiene muy claro del importante papel que la madera de coníferas está llamada a desempeñar «porque contribuye a la biodiversidad que exige la sociedad gallega, que nunca va a aceptar un monocultivo, y porque es muy importante para el desarrollo de la bioeconomía, que no sería posible sin estas especies», añadió. Un claro ejemplo es la construcción en madera, una tendencia en auge en Europa y que está despegando en la Península Ibérica. «O pino emprégase nunha variedade de produtos inmensa e hai moitas oportunidades por descubrir», añadió Joao Gonçalvez, director del Centro Pinus de Portugal.
Sobre la construcción en madera habló Daniel Ibáñez, arquitecto y director del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña. «La madera tiene un gran potencial en edificios de altura media, de cara a promover una construcción más ecológica, pues el 60 % de la huella de carbono de un edificio está en la construcción», añadió. Reconoció que la construcción en madera significa un cambio de paradigma para el sector y aseguró que, actualmente, el porcentaje de edificaciones de madera apenas supone el 1 % de todo lo que se construye en España. Y aunque Galicia no es líder en este sector, «sí que es un ejemplo en gestión forestal. Cataluña tiene demanda, pero el bosque está muy mal gestionado y no hay industria», añadió.
Inventario forestal continuo
La comunidad gallega está actualmente inmersa en elaborar un análisis de la situación del monte gallego, aseguró Julia Armesto, de la Escola de Enxeñaría Forestal de Pontevedra. Se trata del Inventario Forestal de Galicia, un documento que busca diseñar una metodología que permita tener en cuenta las características de la comunidad a la hora de recopilar la información y que, al mismo tiempo, podrá mantenerse actualizado de forma continua. Permitirá, entre otras cosas, recoger información sobre la situación del combustible en los montes, que será transferida a los simuladores de incendios para combatir mejor los fuegos. Y, también, saber qué tipo de madera hay en el monte y si puede ser utilizada o no.
Juan Picos aprovechó el encuentro Piñeiros para difundir algunos de los datos de este inventario, que ya están disponibles. Como el que permite saber qué porcentaje de toda la madera de coníferas que existe en los montes gallegos puede ser aprovechado. Por ejemplo, la información recabada permite concluir que un 74 % de los bosques de coníferas de Galicia están libres de restricciones técnicas y que el 90 % no está afectado por problemas legales. Todo ello permite concluir que, actualmente, solo el 70% de la madera de coníferas gallegas puede ser aprovechada.«Me parece una cifra previsible, que tendrá que ver con las dificultades técnicas de que mucho del campo gallego no tiene dueño. Pero habrá que poner a trabajar la ley de recuperación de la tierra para poder movilizar esos terrenos», concluyó Carballo.
Los 18 millones de euros de la Xunta para aumentar las plantaciones
El conselleiro de Medio Rural, José González, fue el encargado de clausurar el encuentro asegurando que la Xunta tiene ya aprobados, o en proceso de aprobación, más de 18 millones de euros en ayudas para aumentar entre el 2022 y el 2023 las plantaciones y las acciones silvícolas en masas de coníferas y de frondosas caducifolias. Se refirió también a la misión que el sector tiene por delante. «A nosa comunidade é verde, o noso sector forestal é líder e nós somos os responsables de converternos nunha potencia forestal», afirmó.
Entre las ayudas que Medio Rural tiene habilitadas para este sector, destacan las que tratan de impulsar la construcción en madera estructural, con un presupuesto de 2,6 millones de euros. Para el 2023, se habilitarán nuevas líneas con un importe de 11 millones de euros para inversiones en tecnologías forestales, procesamientos, movilización y comercialización de productos forestales. A esta cantidad hay que sumarle otros 23 millones de euros que se repartirán durante los dos próximos años para nuevas plantaciones y acciones silvícolas.
González se refirió también al Plan Forestal, que prevé potenciar la repoblación con masas de coníferas en hasta 20.000 hectáreas en 20 años. «O goberno galego é consciente da importancia deste recurso nun sector que representa a principal fonte de riqueza no medio rural», aseguró. Porque, además, «o único mecanismo que nos permita a loita contra a lacra dos incendios forestais é a xestión do territorio». Por eso se refirió también a la Lei de recuperación da Terra Agraria de Galicia, que tiene que ayudar a dar un nuevo uso, que puede ser forestal,a a las tierras que están abandonadas actualmente.