Ecologistas en Acción asegura que esta situación ya está afectando a los árboles del Parque Nacional en Marismillas y que toda esa madera seca eleva el riesgo de incendio
11 jun 2024 . Actualizado a las 10:51 h.Ecologistas en Acción ha reiterado su denuncia sobre «la alarmante» muerte de pinos en Doñana y, tras criticar que «poco o nada se ha hecho», ha añadido que ya se está viendo afectada la zona sureste del Parque Nacional en Marismillas y la situación se agrava con el peligro de incendio que conlleva la gran cantidad de madera seca y de materia incendiable existente en el Parque.
En un comunicado, ha apuntado que las causas del declive de la población de pinos siguen sin esclarecerse, «pero miles de pinos debilitados son atacados en masa por el barrenillo, un insecto perforador que acaba matándolos». Si en invierno las zonas afectadas eran zonas bajas de entre dunas y en El Puntal, ahora se amplían a los inmensos pinares de Marismillas, desde el Cerro del Trigo hasta el Guadalquivir, generando un paisaje desolador, ha detallado.
Eologistas en Acción apunta que, mientras se discute qué hacer con la madera muerta, «parece obligado adoptar medidas contra incendios y establecer fajas y áreas cortafuegos bien diseñadas» porque la comarca de Doñana es «un punto negro» en materia de incendios forestales, registrándose solo la temporada pasada más de treinta incendios y conatos.
En este sentido, ha recordado el gran incendio de 2017, con origen en Las Peñuelas, que quemó alrededor de 8.400 hectáreas en la comarca y que, como tantos otros, continua sin culpables; también el 2021 de Lucena del Puerto que arrasó 200 hectáreas, y el de Bonares en 2023 que lo hizo en 450 hectáreas, ambos esperando medidas de restauración.
Ecologistas en acción propone para evitar posibles incendios o catástrofes, además de los nombrados cortafuegos, que se incremente la gestión en materia de bosques, ya que los cultivos forestales abandonados de pinos y eucaliptos se comportan como verdaderas bombas de relojería culpables de la mayoría de los incendios forestales y de sus grandes, y que se recupere la ganadería extensiva que posibilite, no solo la supervivencia de razas autóctonas, sino fijar población, generar empleo y evitar pasto y biomasa seca en el campo.