El producto, el más caro de Europa por su elevada calidad y sus certificaciones ecológica y halal, es producido por los socios de la Cooperativa Apícola del Bierzo. Sus principales mercados son Emiratos Árabes, Alemania y Marruecos.
12 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Se llama 1005. Su envase, de 140 gramos, emula al de los perfumes más sofisticados, pero lo delata la tapa metálica que guarda la esencia de la que es la miel más cara de Europa. La pregunta es ¿por qué este producto elaborado por socios de la Cooperativa Apícola de Bierzo cuesta 150 euros el kilo?. Tiene explicación. Y no solo una.
«Producimos tres tipos diferentes de miel. La clara de primavera, la de verano con índices de castaña. la tercera tiene secrecciones de roble y encina. Hay personas a las que la miel oscura no les cae bien al estómago, entonces tienen la de primavera que va mejor. Presentamos el producto en envases de 140 gramos que se pueden adquirir por unos 22 euros el tarro. También hay una presentación de tres, con packaging vertical que tiene un bote con con cada variedad», explica el secretario de la cooperativa, Javier Morán.
Esa presentación ya denota que su contenido no es cualquier cosa. «Es una miel con mucha calidad. Tiene dos certificaciones externas, el sello ecológico de la UE, pero también el halal que certifica que no ha estado almacenada con productos alcohólicos o de cerdo. Además, realizamos auditorías internas constantes para ganartizar la trazabilidad y calidad de nuestro producto», añade.
La 1005 se produce en los 38 municipios del a comarca del Bierzo, pero las colmenas están ubicadas en lugares donde no hay puntos de contaminación en cinco kilómetros a la redonda. «En ese perímetro no puede haber ningún cultivo en extensivo, ni una carretera, ni ningún foco de contaminación. En caso de que detectemos alguno (un vertedero incontrolado, por ejemplo) avisamos a las autoridades competentes», comenta.
Desde la cooperativa, que entre sus proyectos tiene también la puesta en marcha de un laboratorio agroalimentario, también son muy cuidadosos a la hora de evitar la contaminación cruzada. Para evitarla disponen de pequeñas salas de extracción distribuidas por los diferentes municipios en los que están las colmenas. Todo está calculado al milímetro.
Se preguntarán... a dónde van las 30 toneladas de miel 1005 que produce la cooperativa cada año: «Los principales mercados son Emiratos árabes, Alemania y Marruecos», apunta Morán. Y se la quitan de las manos. Pero más allá de hablar de su producto, el secretario de la cooperativa aprovecha para exaltar la miel gallega. «Tiene muy buena calidad y hay que destacar la labor que hacen desde la IGP». Todo un honor que el comentario venga de alguien que produce 1005.