Este instrumento público estará recogido en la futura Lei de Recuperación e Posta en Valor de Terra Agraria de Galicia y pretende facilitar los contactos entre los dueños de granjas que abandonan la actividad y personas que están interesadas en incorporarse.
20 dic 2019 . Actualizado a las 19:10 h.Garantizar la continuidad en las explotaciones agroganaderas, evitar el abandono y fomentar la ampliación de superficie de las granjas en activo. Esos son algunos de los objetivos del Banco de Explotacións, un instrumento público de mediación que estará regulado en la nueva Lei de Recuperación e Posta en Valor de Terra Agraria de Galicia. La nueva figura pretende facilitar los contactos entre dueños de las granjas que aandonan la actividad y todas aquellas personas que están interesadas en incorporarse a la actividad agraria.
Esta nueva figura, que completa la labor realizada desde el Banco de Terras creado ya en tiempos del Gobierno bipartito, fue desgranada ayer por el conselleiro de Medio Rural, José González, ante un grupo de ganaderos y agricultores del entorno del concello coruñés de Curtis. El encuentro forma parte de las charlas que el titular de Medio Rural está ofreciendo a distintos colectivos para explicarles el contenido de una norma que pronto comenzará su tramitación parlamentaria. «A norma _les dijo_ basearase fundamentalmente no uso e potenciación de ferramentas voluntarias coma os polígonos agroforestais, as agrupacións de xestión conxunta da terra, a iniciativa de aldeas modelo e as permutas de especial interese agrario».
Ante la presencia también del alcalde de Curtis, javier Cainzos, y de la alcaldesa de Boimorto, María Jesús Novo,también explicó que la lei en la que se enmarca este nuevo banco surge como resultado de las conclusiones del dictamen de la comisión parlamentaria forestal tras los fuegos del 2017 completando el marco normativo actual. En este sentido, añadió que completa el camino que comenzó con la aprobación de la Lei de Mellora da Estructura Territorial Agraria de Galicia (Metaga). De ahí que, como añadió el conselleiro, «xunto coas concentracións parcelarias públicas reguladas na Metaga e que se seguirán decretando, na nova lei apostarase por mecanismos de mobilización voluntarios que permitan unha maior participación dos interesados na explotación das terras. O obxectivo último das dúas normas é mellorar a estrutura territorial das explotacións agrogandeiras e forestais galegas, favorecendo a súa rendibilidade».