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Las cuadrillas de apoyo acuden en auxilio de granjas con casos de covid

maría Cedrón REDACCIÓN

GANADERÍA

José Antonio con los terneros de recría
José Antonio con los terneros de recría

Trabajadores del nuevo servicio de Seaga describen cómo es su trabajo

23 nov 2020 . Actualizado a las 11:55 h.

No dejaron de trabajar ni un solo día —no pueden— desde que el coronavirus covid-19 cambió el presente y difuminó el futuro. El sector primario sabe que tiene que estar de guardia, y también en guardia, los 365 días del año. Por eso estaban preocupados. El virus andaba suelto y cualquier día entraba en sus granjas. Con diez vacas en ordeño puede ayudarte un vecino, ¿pero con cien?. Esa opción le quitó el sueño a más de uno porque una vaca no puede esperar a que un ganadero pase la cuarentena para que la ordeñen. Para aliviar la pesadilla y responder a una de las grandes demandas del sector durante una pandemia que dura ya más de siete meses, a principios de mes, la Consellería de Medio Rural contrató a la empresa pública Seaga un servicio de sustitución gratuito para aliviar la pesadilla que inquietaba al sector. Su personal ha acudido ya en auxilio de granjas en las que se ha detectado algún caso de covid. Porque el campo no puede parar.

El dueño de una SAT del interior de la provincia de Lugo lo sabe bien. Hace más de una semana uno de sus empleados dio positivo en covid-19. Entonces saltaron las alarmas. Tanto él como el resto de la familia tuvieron que someterse a una prueba PCR. Todos dieron negativo. Pero la cuarentena y la falta de un trabajador no se los quita nadie. «O mesmo día que nos deron o resultado chamou meu fillo ao servizo e a verdade é que responderon moi rápido. Xa ese mesmo día viñeron mirar e despois xa nos mandaron xente», cuenta este ganadero.

La charla es el viernes, manteniendo la distancia de seguridad a través del teléfono. Faltan unos minutos para las doce del mediodía. De su granja acaba de salir Verónica, una de las empleadas de Seaga que forma parte de las cuadrillas que acuden estos días a la llamada de las explotaciones afectadas. Ha terminado las labores de la mañana. Volverá a las seis, hasta las nueve y media, más o menos.

El ordeño es una de las labores que tienen que desempeñar
El ordeño es una de las labores que tienen que desempeñar

Verónica es de Paderne y tiene 42 años. Es perito agrícola porque para trabajar en una granja hay que saber o, al menos, tener ganas de aprender y adaptarse a la rutina de la explotación. Porque de granja a dentro, cada maestrillo tiene su librillo y no todas las máquinas pueden manejarse igual: «O que fago é axudar na alimentación dos xatos, a limpar as camas e no muxido que é unha labor moi delicada», comenta.

Como trabajadora de Seaga ha realizado sobre todo labores en el sector forestal, pero le gusta trabajar con los animales. No tiene nada que ver: «Supoño que depende da explotación na que che toque traballar. Nesta aprendes moito e ves que os animais están ben tratados. Nótase porque as vacas están moi tranquilas, non teñen estrés... O que está claro é que estou aprendendo moito».

José Antonio, su compañero de cuadrilla, es de cerca de Lugo. Tiene 52 años. Estaba en el paro cuando lo llamaron de Seaga para ofrecerle un puesto de peón en un servicio que, como mínimo, estará vivo hasta junio. El viernes tenía en la agenda ayudar en una explotación de un concello cercano a donde tiene la granja Fernando, donde también estuvo ayudando con los animales.Va con tiento, dice, «porque os meus pais son maiores e sempre tés algo de respeto» . Y habla del trabajo: «A xente ten que saber que é complexo. Hai que ordeñar, arranxar as camas, arrimarlles a comida aos animais porque o carro mezclador deixaa cerca, pero non todas chegan», explica. No vale para cualquiera. Hay que saber manejar el ganado.