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La Esperanza, una moderna granja con 860 reses en San Sadurniño

ANA F. CUBA SAN SADURNIÑO / LA VOZ

GANADERÍA

La explotación, operativa desde noviembre de 2019, pertenece a la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña, propietaria de la marca Bico de Xeado

08 ene 2025 . Actualizado a las 20:26 h.

En el interior de la granja La Esperanza, en Santa Mariña do Monte (San Sadurniño), hay una pizarra en la que no resulta raro ver mensajes como este: «Noraboa a todos polo voso traballo». Es una forma de reconocer la labor bien hecha y de motivar a los ocho empleados —cuatro de la zona de Ferrolterra, un colombiano, un peruano y dos senegaleses—, que se ocupan de que la explotación funcione. «O éxito da granxa é o do equipo», subraya el encargado, que prefiere no figurar e insiste en que «unha das claves deste proxecto é o persoal, a súa implicación e o seu sentido da responsabilidade».

La Cooperativa Agraria Provincial (CAP) de A Coruña adquirió en 2016 las instalaciones de la antigua sociedad Nuestra Señora de La Esperanza, donde invirtió cerca de 1,8 millones de euros (833.000 financiados con ayudas europeas) para transformarla en una moderna explotación láctea, con 860 cabezas de ganado de la raza Jersey, de las que 370 son vacas productoras. «O leite é de máis calidade, cun 50 % máis de graxa e máis proteína que o das frisonas, pero a produción é menor», comenta el responsable de esta ganadería. El ganado Jersey proviene de la isla homónima, en el Canal de la Mancha, dependiente de la Corona británica.

En el establo, que ocupa unos 7.500 metros cuadrados (la finca entera ronda los 50.000), disponen de una sala rotativa de ordeño, con capacidad para 40 vacas. La actividad comenzó en noviembre de 2019. La CAP de A Coruña también es la propietaria de la granja O Cancelo, en Miño, y de la marca de helados Bico de Xeado. La leche que se produce en La Esperanza se vende a Entrepinares, en Valladolid, uno de los mayores fabricantes de quesos y derivados lácteos de España. «Os xeados elabóranse con leite da granxa de Miño, por proximidade [la fábrica está en Bergondo], pero ten unha capacidade de produción limitada, e a idea é que cando non chegue se destine parte da de San Sadurniño. Tamén hai un proxecto para transformar leite da Esperanza para obter algún outro produto, pero está por definir», señala el encargado de la explotación.

Bico de Xeado puso en marcha su primera heladería en 2015. Jesús Otero, gerente de la CAP de A Coruña, destaca «a boa acollida que tivo por parte dos clientes, sobre todo na zona norte». «Estamos moi agradecidos [...], fomos os primeiros que decidimos abrir todo o ano, para desestacionalizar, e o resultado é moi bo», recalca. Además de gestionar Bico de Xeado y las dos granjas, esta empresa presta un servicio de asesoramiento y gestión económica a un grupo de 55 explotaciones de toda Galicia.

El alza de los costes de producción se ha disparado a raíz de la invasión de Ucrania

Las vacas de la granja La Esperanza se alimentan de una mezcla de «silo de millo, palla, bagazo de cervexa, fariña de millo e colza». Buena parte del silo de maíz, el ingrediente principal, se produce en las fincas que la CAP posee en esta parroquia de San Sadurniño. El resto lo compran a agricultores de la zona. La alimentación representa entre el 65 y el 70 % de los costes de una explotación láctea, por lo que cualquier oscilación en los precios repercute en el resultado.

Pero el impacto real aún no se percibe. «Hai que diferenciar cales eran os prezos do concentrado antes e despois da guerra de Ucrania. Nos tres ou catro meses previos á invasión houbera un incremento importante do prezo das materias primas, do gasóleo e dos abonos, pero desde hai dúas semanas isto disparouse de forma brutal. No último trimestre de 2021, ás granxas xa lles subirá 90 euros por tonelada o concentrado, pero é que desde hai 15 días, subiu 150 euros, o cen por cen», indican desde el equipo técnico de la CAP de A Coruña.

Esto quiere decir que, si antes de la guerra el aumento de los costes representaba entre siete y ocho céntimos por litro de leche producido, ahora ronda los 15. «Se unha granxa ten que comprar [el concentrado] ao prezo de hoxe, sería unha loucura, inviable. Pero normalmente cómprase a futuro [con un precio fijado en el momento en que se formaliza la operación]. No noso caso, temos para bastantes meses, pero ao mellor hai quen só ten para tres», apuntan desde la CAP.