Medio Rural confirma la presencia de la enfermedad en dos mascatos localizados en Cangas y Valdoviño, pero no eleva el nivel de riesgo en la comunidad porque se trata de aves que apenas se acercan a la costa
30 ago 2022 . Actualizado a las 10:03 h.Más de siete meses ha tardado Galicia en detectar un caso de gripe aviar desde que la enfermedad llegó a España a través de varias aves silvestres detectadas en la provincia de Lérida a principios del pasado mes de enero. Ahora, la Consellería do Medio Rural acaba de confirmar que los dos animales que estaba examinando, dos mascatos localizados en Cangas y Valdoviño, han dado positivo en la enfermedad. Sin embargo, la Xunta no considera que por ahora sea necesario elevar el nivel de riesgo en la comunidad, pues los mascatos son aves que apenas se acercan a la costa, lo que minimiza el riesgo de contagio. La Administración no prevé nuevas restricciones ni para las granjas profesionales ni para las de particulares, pero recomienda reforzar las medidas de bioseguridad, especialmente, aquellas destinadas a evitar el contacto con las aves silvestres.
Ávila, Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Madrid, Lérida, Cáceres, Badajoz, Girona, Palencia, Segovia, Valladolid y Salamanca son algunas de las provincias españolas en las que, a lo largo de los últimos meses, se han detectado aves silvestres que estaban afectadas por esta enfermedad. El virus se coló también en una treintena de explotaciones profesionales, obligando a sacrificar a más de un millón de aves en nuestro país. Por fortuna, el foco se consideró controlado en el mes de mayo, después de que no se registraran nuevos positivos durante un mes, y el Ministerio de Agricultura levantó las restricciones que pesaban sobre algunas zonas, entre ellas, varias comarcas gallegas. Sin embargo, solo una semana después, la gripe aviar se detectaba por primera vez en el norte de España, en un buitre leonado encontrado muerto en el País Vasco.
Ahora, la enfermedad ha llegado a Galicia. La consellería acaba de informar al Ministerio de Agricultura que ha detectado dos casos de gripe aviar de alta patogenicidad en aves silvestres. Ambos fueron confirmados por el laboratorio de Algete, el centro de referencia para esta enfermedad, y son los primeros que se detectan en esta comunidad. Según informan en Medio Rural, se trata de dos individuos de mascato, también conocido como alcatraz común o atlántico, que fueron localizados en el marco del plan de vigilancia de la Xunta. El primero de ellos fue recogido en el puerto de Cangas, a donde llegó a bordo de un buque pesquero, y fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestres de Carballedo, en Pontevedra. El segundo se localizó en una playa de Valdoviño y fue trasladado al CRFS de Santa Cruz de Oleiros.
Explican en la consellería que el Mascato es un ave marina que nidifica en el Atlántico norte, formado colonias de varios miles de parejas. Las más importantes están en las islas británicas, que acogen aproximadamente al 60 % de la población mundial de estas especie. Este animal hace sus nidos en verano y, aunque la mayoría de los individuos adultos permanecen después del inverno alrededor de las colonias de cría, los más jóvenes migran hacia el sur, hacia las agua subtropicales y tropicales del oeste de África. Es una especie marina que apenas se aproxima a la costa, salvo para anidar, y que en este momento atraviesa las costas de la Península Ibérica en el comienzo de su paso migratorio hacia Mauritania y el Golfo de Guinea.
Desde Medio Rural explican que la detección de la enfermedad en dos ejemplares de esta especie no afectará al estatuts sanitario oficial de las explotaciones avícolas gallegas, ni implica ningún tipo de restricción de movimientos para aves y sus productos.Aún así, recuerda la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, sobre todo, aquellas que están destinadas a evitar el contacto de los animales que se crían con las aves silvestres. También aconseja intensificar la vigilancia pasiva tanto en las granjas como en las aves silvestres, notificando a la consellería cualquier sospecha de enfermedad.
Otro de los consejos que lanza la consellería es el de minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren signos clínicos de enfermedad o que se encuentran muertas en el campo, usando medidas de prevención en caso de ser necesario recogerlas. Hasta ahora no hay constancia de que este subtipo del virus puedan transmitirse a los humanos, además de que no se contagia a través de la carne de ave cocinada, de los huevos o de los productos derivados de ellos. Medio Rural continuará desarrollando su programa de vigilancia, con el objetivo de asegurar la detección precoz de cualquier caso de enfermedad y tomar las medidas necesarias según los protocolos establecidos.