Aunque su idea está todavía en fase semilla bajo la tutela de la Fundación Juana de Vega, estos jóvenes emprendedores pretenden combinar la cría de trucha asalmonada libre de antibióticos con el cultivo de lechugas
06 dic 2023 . Actualizado a las 13:16 h.¿Por qué Color Caléndula? Esa es la primera pregunta que salta a la mente cuando Eva Quiroga y Boris Roca presentan su proyecto de acuaponia para la cría de truchas asalmonadas y cultivo de lechugas. Y su respuesta es clara: «A caléndula é unha pranta que florece todo o ano. En xaneiro, febreiro.... eso quere dicir que hai esperanza», cuenta Boris. Esa esperanza de la que habla es la de poner en marcha nuevos proyectos que contribuyan al desarrollo del medio rural con iniciativas sostenibles que ayuden a mejorar la relación de las personas que viven en y del campo con el medio ambiente. Ambos, biológa experta en desarrollo sostenible, ella, y un emprendedor «multicisplinar», él, contaron los primeros pasos de esta idea en fase semilla durante la presentación de iniciativas avaladas por la edición número once del Programa de Apoio a Empresas Agroalimentarias (edición 2023) de la Fundación Juana de Vega.
Aunque su proyecto todavía no está en funcionamiento al estar en la fase de estudio e implementación de un prototipo, han dado un gran paso: reunir las fincas necesarias para para instalar los tanques necesarios para la cría de truchas asalmonadas u los bancales para que crezcan las lechugas en el concello lucense de Vilalba. No fue fácil porque, como explica Eva, «hai moitas limitacións á hora de xuntar as parcelas». Ese es un hándicap en Galicia debido al minifundio, pero también a la falta de actualización del catastro.
Pero qué es la acuaponia. La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la calificó hace más o menos una década como un modelo de recirculación formado por la integración de la acuicultura y la hidroponia en un sistema de producción. «A nosa idea é _como describe Eva_ criar troita asalmonada libre de antibióticos e cultivar as leitugas sen fertilizantes químicos». El problema es que como la legislación va a un ritmo mucho más lento que la realidad, aunque produzcan bajo criterios ecológicos, la legislación actual no permite certificar en ecológico lechugas como esas al estar cultivas con un modelo hidropónico. Es decir, no necesitan de suelo para crecer. Están sobre sustratos inertes. De ahí que haya que añadir al agua sales minerales para que las plantas tengan lo necesario para crecer. La ventaja de la acuaponia es que además de ser ecológica y sostenible ahorra agua porque se reciclan los residuos y se gasta hasta un 90% de agua.
Pero la filosofía de este proyecto va más allá de la mera producción de alimentos. Pretenden realizar, como explica Boris, una agrupación de personas comprometidas con un modo de vida alternativo y más sostenible medioambiental y socialmente. «Queremos contribuir a cambiar o paradigma de cómo o ser humano se relaciona co planeta», dice. Eva apunta además que de lo que se trata es de combinar lo ancestral con la tecnología para mejorar la relación entre el ser humano y la naturaleza.
Su idea va en línea con otros proyectos que se están desarrollando en otras partes del mundo para contribuir a la rehabilitación del mundo rural.