Patrocinado porPatrocinado por

Milei abre la veda para los extranjeros que quieren comprar de tierra en Argentina

M.C. REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

Imagen de la Patagonia, una zona del sur del país donde antes de aprobarse la Ley de Tierras la familia Benetton tenía miles de hectáreas de terreno
Imagen de la Patagonia, una zona del sur del país donde antes de aprobarse la Ley de Tierras la familia Benetton tenía miles de hectáreas de terreno STRINGER | REUTERS

Mientras la Cámara de Inmobiliarias Rurales aplaude la derogación de la conocida como Ley de Tierras, hay quien tema que esto dé vía libre a la entrada de grandes empresas chinas o saudíes a terrenos de alto valor por su acceso al agua o la producción de cereal

23 dic 2023 . Actualizado a las 10:54 h.

El nuevo presidente argentino, Javier Milei, ha abierto la veda a la compra de tierra por parte de extranjeros. Lo ha hecho al derogar la Ley 26.737 de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales, como pedían desde la Cámara de Inmobiliarias Rurales (CAIR). La norma fue aprobada en el 2011 para ser luego modificada en el 2016 durante el Gobierno de Mauricio Macri. En líneas generales la ley prohibía que la superficie rural   en manos de entidades o particulares no argentinos superaran el 15 % de la superficie total. Pero es que un mismo propietario foráneo tampoco podía tener más de 1.000 hectáreas, ni tampoco propietarios de un un mismo país podían tener más del 30% de ese tope del 15%.  .

Los datos que maneja la Secretaría, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de ese país sudamericano muestran como un 6,09% de la tierra continental está actualmente en manos de extranjeros. Es decir, 16.253.279  de un total de las 279.181.000 hectáreas que componen la superficie continental argentina. Mientras desde la CAIR aplauden la novedad porque creen que la ley lo único que hacía era frenar la inversión y, de ese modo, devaluaba el valor de los terrenos rústicos en relación al valor adquirido en otros países, el problema que ven los críticos con la derogación de la norma es que abre la veda a la compra de terrenos con acceso al agua a empresarios de China o Arabia Saudí. No hay que olvidar tampoco el interés que ha despertado en los últimos años la tierra de uso agrario entre los fondos de inversión, más aún en un país productor de cereal o carne como es Argentina.

Algunos también recuerdan los grandes terratenientes extranjeros que en su momento se hicieron con tierra. Cuando se aprobó la popularmente conocida como Ley de Tierras, por ejemplo, el mayor terrateniente extranjero en Argentina era la familia Benetton, que disponía de unas 900.000 hectáreas en la Patagonia principalmente dedicadas a la producción de lana.