Los barcos podrán emplear 550 dispositivos de concentración de peces (FAD)
02 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Es la primera vez en la historia, según los profesionales afectados, que una organización regional de pesca decide limitar el empleo de los denominados objetos para pescar atún. Ha sido la que regula la actividad en el océano Índico (IOTC, por sus siglas en inglés), cuyas partes contratantes, reunidas en Busan (Corea del Sur), acordaron, en la recién finalizada 19 cumbre, prohibir el empleo de más de 550 dispositivos de congregación de peces (FAD, también en inglés) por embarcación.
Esa limitación supondrá, para algunos barcos, tener que reducir en un 40 % el número de FAD que ahora venían empleando para la captura de túnidos, según explicó Javier Garat, secretario general de la patronal pesquera Cepesca. «No obstante, apoyamos la decisión, puesto que llevamos muchos años preocupándonos por la gestión de la pesca de cerco con objetos y esto es un paso más», añadió Garat.
Ahora bien, Cepesca sostiene que «la pesca con FAD es sostenible», y que la flota española y francesa llevan años trabajando con los científicos para mejorar la selectividad de la pesca con objetos y para reducir las capturas accesorias. Así, desde enero de este año, los atuneros españoles solo emplean objetos antienmallantes, que impiden que tortugas o tiburones se queden enredados en los dispositivos.
Críticas de los ecologistas
Greenpeace, por su parte, calificó de inaceptable el acuerdo. A su juicio, la industria atunera española y francesa se han salido con la suya al lograr que se permita el uso de 550 FAD por barco. Los ecologistas aseguran que es un número excesivo, que elevará la presión pesquera sobre el atún en el Índico y que beneficiará la sobreexplotación de la especie en ese océano. A diferencia de la patronal, Greenpeace sostiene que la pesca de atún con FAD es altamente destructiva.
La polémica por el uso de FAD y por las latas que dicen ser «FAD free»
Los FAD son objetos flotantes -troncos de madera o boyas- que se utilizan por su capacidad de atraer atunes y otras especies, que se congregan bajo el dispositivo, facilitando así la captura de los ejemplares con redes de cerco. Es un sistema que se emplea desde tiempos inmemoriales, pero su generalización y su cada vez mayor sofisticación ha generado polémica, al haber aumentado la eficacia pesquera y, por tanto, la presión sobre los túnidos. Aunque la flota ha adoptado medidas para evitar capturas incidentales y que enmallen otras especies distintas al atún, los ecologistas defienden su erradicación precisamente porque además de túnidos (juveniles incluidos), congregan tortugas y tiburones ballenas, que también caen en el cerco.
Los conservacionistas sostienen que la proliferación del uso de FAD está haciendo cada vez más difícil la supervivencia de otros sistemas de pesca, como la caña y línea o el mismo cerco, pero sin objetos, alternativa que defienden organizaciones como Greenpeace. La industria, por su parte, defiende que el cerco de altura es un arte selectivo y con muy poca captura incidental, menos del 2 %, y que no es incompatible con las artes que promueven los ecologistas. Es más, señalan que si solo se captura con caña o línea, muy pocos podrían comer atún en lata, dado que no se podría satisfacer toda la demanda y esta especie se encarecería.
La polémica está servida, sobre todo tras la aparición de las conservas que se publicitan como FAD free (libres de objetos) y que, según la flota, no está fehacientemente constatado que sea así.