La acuicultura europea pide en Galicia el fin de las trabas a su despegue
SOMOS MAR
España espera soltar ese freno con la ventanilla única y una ley específica
30 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A los acuicultores europeos les está generando ansiedad comprobar que los consumidores demandan cada vez más pescado, que la pesca extractiva no es capaz de atender esa demanda porque las capturas están estancadas desde hace años, y que ellos tampoco pueden posicionarse porque para aumentar su producción requieren una agilidad que hoy la Administración no es capaz de proporcionar. Ni en Europa ni en España. Facilidades burocráticas para obtener licencias, instalar plantas, cambiar de especie de cultivo o dar mayor valor a la producción fue la principal demanda que lanzaron ayer los miembros de la FEAP (Federación Europea de Acuicultores), que celebran en Oleiros (A Coruña) su asamblea anual.
No es una reivindicación diferente de la que vienen repitiendo los acuicultores desde hace casi un decenio. Javier Ojeda, gerente de la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España (Apromar), sitúa en el 2006 el año del estancamiento. Desde entonces, el marco legal ha estado frenando el despegue de una actividad de la que, paradójicamente, todas las Administraciones, desde el Gobierno gallego hasta el Ejecutivo comunitario, pasando por Madrid, destacan su enorme potencial. Aún más, coinciden en que no se debe dejar pasar la oportunidad de explotar ese filón. «Galicia no es, no puede, ni quiere ser ajena al crecimiento de la acuicultura», aseguró la conselleira de Mar, Rosa Quintana, en la inauguración de la reunión.
El recado del comisario
Hasta el comisario de Pesca, Karmenu Vella, que no pudo estar presente en la asamblea, pero mandó en vídeo su mensaje, animó a aprovechar el dinero que el FEMP (Fondo Europeo Marítimo de la Pesca) reserva para una actividad que figura como prioridad en la agenda de la Economía Azul, sacando partido de sus ventajas, que son su calidad y su sostenibilidad.
Pero lo cierto es que, como admitió el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, hasta ahora «nunca se han llegado a ejecutar todos los fondos por falta de iniciativas». Y faltan porque hay «serios problemas a la hora de planificar las inversiones, tener autorizaciones y obtener permisos», dijo.
A ver si ahora, con esa «especie de ventanilla única» que el Gobierno quiere crear para reducir los trámites, con la Lei de Acuicultura que, según dijo Quintana, está a punto de llegar al Parlamento gallego, y con las mejoras que el sector se están logrando en el campo de la alimentación acuícola se logra encarrilar el futuro. Eso, y con la lucha contra la competencia desigual, y en algunos casos, desleal -caso de la trucha turca-, quizá la acuicultura entre en esa senda de crecimiento que todos le desean.
Una de las más concurridas
La que hoy cierra la FEAP es la primera asamblea que celebra en Galicia. De los 24 países que componen la federación, 16 mandaron representación a la que, según la presidenta de Esacua, la asociación organizadora, Luz Arregui, es una de las más concurridas que recuerda. Los acuicultores europeos repasaron sus cifras, aventuraron el crecimiento para los próximos años y fijaron los retos que tienen para superar los 2 millones de toneladas, los 8.000 millones de valor y los 100.000 empleos.