La Justicia ordenó pagar 700.000 euros a la empresa china que había adquirido la carga de uno de ellos
20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En el marco de la operación Sparrow, que España lanzó contra la pesca pirata en el Antártico, el grupo ribeirense Vidal Armadores fue multado con 17,8 millones; y sus filiales y siete de sus socios, inhabilitados para las actividades pesqueras por la explotación de cuatro barcos dedicados a la pesca pirata: el Kunlun, el Songhua, el Yongding y el Tiantai. Sin embargo, nueves meses después, el Tribunal Supremo archivó la causa contra esa armadora aduciendo falta de jurisdicción de España para juzgar un delito, el medioambiental, que en aguas internacionales no está recogido así.
Ahora, otros nueve meses más tarde, la Audiencia Nacional ha ordenado que se devuelva el importe de la mercancía confiscada al Kunlun -700.000 euros-. Se entregará a la firma china que había adquirido las 164 toneladas de merluza negra de procedencia ilícita, que fue interceptada en Vietnam con la etiqueta de mero gigante.
Mensaje equivocado
Al conocer esta decisión, los ecologistas de Oceana y, sobre todo de Sea Shepherd -que durante meses estuvieron hostigando a ese buque pirata y a los que operaban con él- se han llevado las manos a la cabeza y apresurado a instar a Vietnam a España y a China a cooperar para evitar la devolución del importe de la carga, «dado que contraviene los acuerdos internacionales», explican desde Oceana, que abunda en que «ordenar el pago por una carga capturada ilegalmente envía un mensaje equivocado a los pescadores y al mercado».
Pero si la decisión de la Justicia los ha dejado estupefactos, más lo ha hecho conocer que otros dos barcos piratas por cuya explotación fue sancionada Vidal Armadores están siendo arreglados para volver al mar.
Se trata del Yongding y del Songhua que, según los conservacionistas, estaban retenidos en Cabo Verde desde que Sea Shepherd alertó a la policía judicial de ese país en el 2015. Sin embargo, ya entonces había fuentes que aseguraban que simplemente estaban allí para subirse al carro varadero y ser reparados.
Eso encaja con el hecho de que Oceana y Sea Shepherd hayan descubierto que estos barcos, ambos en la lista negra e investigados por la Interpol, han sido «repintados, renombrados y reabanderados» y estén casi listos para volver a pescar. El Yongdign es ahora el Atlantic Wind y tiene pabellón de Tanzania. El Songhua se hace llamar ahora Pescacisne 2 y luce pabellón chileno.
Nuevo expolio
Los ecologistas están convencidos de que van a volver a las andadas, por lo que hacen un llamamiento al Gobierno de Cabo Verde para que no permita zarpar a los buques y le sean denegados los suministros portuarios, dado que están en varias listas negras. Dicen que si la comunidad internacional no los detiene «expoliarán la Antártida de nuevo».