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Navieras claman por medidas urgentes contra los piratas del golfo de Guinea

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Dos asaltos con secuestros en diez días hace saltar las alarmas entre los armadores

24 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Navegar por el golfo de Guinea es cada vez más peligroso. Ya no es solo Nigeria y sus piratas los que constituyen una amenaza. Togo, Benín, Guinea Ecuatorial... Hay más países que se han sumado a la lista de parajes de riesgo. Con apenas 20 días de diferencia, las aguas de ese golfo africano han contabilizado tres ataques a embarcaciones mercantes con banderas de países europeos. El pasado día 2 fue asaltado el granelero noruego Bonita, abordado por piratas de madrugada mientras permanecía fondeado frente al puerto de Cotonú, en Benín. Los delincuentes secuestraron a nueve miembros de la tripulación, entre ellos el capitán. Y el lunes pasado, el día 11, fue el petrolero griego Elka Aristotle el que, también de madrugada, sufrió el secuestro de cuatro de los marineros que formaban parte de la tripulación, un griego, dos filipinos y un georgiano. El asalto se produjo a unas once millas al sur del puerto del Lomé, en Togo, y durante el ataque un guardia de seguridad recibió un disparo.

Los armadores califican los secuestros de «tragedia humana» No contentos, en la madrugada del miércoles (día 20), los piratas secuestraron a al menos 7 tripulantes de un barco de suministros de la industria petrolera, cuando abandonaba la zona petrolífera de Campo Zafiro, en Guinea Ecuatorial, rumbo a la isla de Luba, en el mismo país. El mercante, alquilado por la firma de servicios petroleros Swire -conglomerado con sedes en Londres y Hong Kong- al gigante petrolero estadounidense Exxon Mobil fue asaltado a escasas doce millas de su destino, según informó el Gobierno guineano en un comunicado.

Llamamiento conjunto

Estos tres incidentes graves en algo más de dos semanas han disparado las alarmas entre los armadores, que reclaman medidas urgentes y efectivas para frenar la piratería. Tanto ICS, la patronal naviera de ámbito mundial, como la ECSA, agrupación que reúne a los armadores del conjunto de la Unión Europea, han emitido un comunicado conjunto en el que condenan enérgicamente los ataques y reclaman que «se tomen las medidas apropiadas para proteger a los marinos y el comercio marítimo».

Los armadores navieros consideran «absolutamente necesaria una acción concertada de todas las partes involucradas para dar una respuesta sustancial y eficaz a estos ataques armados», apuntan ambas organizaciones.

Mientras la Unión de Armadores Griegos (UGS) desea una solución inmediata y pacífica de los secuestros, el secretario general de ICS, Guy Platten, manifestó que es completamente inaceptable que esos ataques continúen produciéndose, sobresaltando a la tripulación y a sus familias, por lo que hizo un llamamiento a las «partes relevantes» para que redoblen sus esfuerzos para atajar estos «actos criminales».

Tragedias humanas

Unas acciones que tanto la ICS como la ECSA han calificado de «tragedia humana», además de resaltar que amenazan la buena marcha del comercio marítimo en la región y causan graves repercusiones en el transporte marítimo internacional.

La ECSA, además, se compromete a trabajar con las partes implicadas para hacer desaparecer este fenómeno alarmante de los ataques armados a los barcos, dado que el objetivo principal «es garantizar la seguridad de la gente de mar», expuso Martin Dorsman, secretario general de la patronal europea.

La zona toma el relevo de Somalia como lugar con más secuestros en el mar del mundo

La International Maritime Bureau (IMB), la división de la Cámara Mundial de Comercio especializada en piratería y robo armado, ya lo había advertido: que si bien el número total de incidentes de este tipo hasta septiembre habían disminuido -119 frente a los 156 que se llevaban contabilizados a esas alturas del año en el 2018-, el golfo de Guinea sigue siendo un área de alto riesgo, pues la región acapara el 86 % de la tripulación tomada como rehén y el 82 % de los secuestros de marineros a nivel global. Así, en el primer semestre del presente ejercicio habían caído en manos de piratas 62 personas, capturadas frente a las costas de Benín, Camerún, Guinea, Nigeria y Togo.

«Aunque los incidentes han disminuido, el golfo de Guinea sigue siendo una preocupación por la piratería y las actividades relacionadas con el robo a mano armada, y los secuestros de miembros de la tripulación aumentan tanto en escala como en frecuencia», admitió el Pottengal Mukundan, director de la IMB. Este pidió colaboración a «capitanes y los armadores» para que sigan comunicando al organismo «todos los incidentes y tentativas de asalto» para evitar que vayan a más.

Es lo que ocurrió en Somalia, considerado en otro tiempo el punto más peligroso del planeta para la navegación marítima. Se tomaron medidas y así es que cerró este tercer trimestre del año con cero incidentes comunicados. De todos modos, la IMB advierte de que los piratas somalíes siguen teniendo capacidad para llevar a cabo ataques y secuestros tanto frente a la costa del país como en una amplia zona del océano Índico.