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Grupos de orcas vuelven a sorprender a barcos de recreo, aunque sin incidentes

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

JM Caballero Márquez

Un velero avistó ayer varios cetáceos frente a la costa de Camariñas

02 sep 2020 . Actualizado a las 23:33 h.

X Tutatis. La exclamación preferida de Astérix y demás habitantes de la aldea gala podría haber sido perfectamente la expresión lanzada por la tripulación del velero que lleva ese nombre cuando ayer por la mañana se topó con un grupo de orcas a la altura de Camariñas, a aproximadamente milla y media de la punta do Boi, según informó Salvamento Marítimo. Fue un avistamiento limpio, sin interacción, de los que son habituales. Porque, como subraya Alfredo López, biólogo del Cemma (Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños), Galicia es zona de paso frecuente de estos cetáceos, que suelen nadar por estas latitudes a finales de agosto o principios de septiembre detrás de los bancos de atún. A lo que ya no acostumbran es a aproximarse tanto a las embarcaciones como en esta migración ahora están haciendo.

Ha sido una traducción demasiado literal de su nombre en inglés la que ha otorgado a la orca esa fama de asesina que casi lleva por apellido. Y que, en contra de lo habitual, un grupo de al menos tres ejemplares hayan protagonizado un suceso inédito al romper el timón de un velero de la Armada española, el Mirfak, cuando este navegaba a la altura de Corrubedo -un episodio recogido por la tripulación que anteayer que se hizo viral- no ha hecho más que alimentar el mito de la killer whale. Pero los biólogos piden tiempo para analizar este suceso y contextualizarlo para poder determinar si en ese destrozo hubo intencionalidad agresiva o fue más bien como cuando un niño, jugando, rompe un jarrón. Por eso Alfredo López considera exagerado hablar de ataques y pide para estos cetáceos «presunción de inocencia» en tanto se investiga lo ocurrido y se examinan otros incidentes similares. Al fin y al cabo, la orca, como los boniteros, matan peces para comer y a nadie se le ocurriría decir que los pescadores asesinan atún, argumenta López.

El del Mirfak no fue el único caso de interacción entre orcas y embarcaciones. Antes de toparse con el barco de la Armada, un velero francés, el Daito, en su ruta hacia Baiona se cruzó con varios ejemplares a la altura de Ons. Estos llegaron a golpear el casco de la embarcación que, no obstante, pudo continuar su singladura sin problemas. El Cemma, con ayuda de buzo, examinó el barco cuando este llegó a Baiona y constató que rozaron la nave, pero sin causar desperfectos. La intención de la coordinadora es hacer lo mismo con el Mirfak, pero es más complicado al tratarse de un barco de la Armada y precisar de más permisos y autorizaciones.

Más avistamientos

No habían pasado ni 24 horas del encontronazo con el Mirfak cuando otra embarcación de recreo dio aviso del avistamiento de dos orcas cuando navegaba entre Sálvora y Ons. Lo comunicaron a Salvamento Marítimo, que recomendó al barco que se mantuviera alejado de los cetáceos y que alertase en el caso de que ocurriese algo inusual. No debió haber interacción porque no hubo llamada de vuelta.

Al avistamiento del X Tutatis siguió el que a las 16.00 horas del martes realizó el velero Mensa cerca de Laxe, del que se informó Cemma, según Salvamento, que mantiene activo el aviso a navegantes emitido el domingo desaconsejando la aproximación a los grupos de orcas al tiempo que recuerdan la obligación de dar amplio resguardo a los cetáceos.

Por más que Galicia, según Cemma, sea lugar de paso habitual -de hecho, en las redes sociales se han hecho virales vídeos que fueron grabados en años anteriores, como el de unos marineros que las confunden con toniñas-, en Salvamento no recuerdan tantos incidentes con orcas por esas latitudes. Sí es frecuente en el Estrecho, con la migración del atún rojo. Y si bien es cierto que nunca había habido problemas, este año en julio, dos embarcaciones de recreo comunicaron a la entidad en días sucesivos que un grupo de cuatro orcas habían impactado contra el casco en aguas de Gibraltar. Interacciones de las que en años anteriores no tenían constancia.