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La Xunta quiere urbanizar el muelle de Batería de A Coruña en el 2023

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

SOMOS MAR

ANGEL MANSO

El plan del Gobierno gallego quiere reformar Calvo Sotelo y soterrar el tráfico en la Avenida do Porto antes del 2027. La inversión estimada es de 57 millones, de los que aportaría al menos 20

11 abr 2021 . Actualizado a las 12:15 h.

El encuentro del viernes en el pazo de Raxoi entre los máximos responsables del Ayuntamiento, Inés Rey; la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; y el Ministerio de Transportes, José Luis Ábalos, no solo aclaró el futuro del tren a Langosteira, sino que también sirvió para presentar el primer plan para la gestión de los muelles interiores de la ciudad: Batería, Calvo Sotelo y San Diego.

La propuesta fue planteada por el Gobierno gallego, que quiere rediseñar los dos primeros muelles en un futuro inmediato: Batería a finales del 2023 y Calvo Sotelo en el 2025. La Avenida do Porto, en la que se soterraría el tráfico para integrarla en los jardines de Méndez Núñez y con los futuros muelles abiertos a los ciudadanos, quedaría lista a mediados del año 2026.

La inversión global

Más de 57 millones. El esfuerzo inversor necesario para esas reformas supera los 57 millones de euros, de acuerdo a las estimaciones de la Xunta, pero el Gobierno gallego está dispuesto a contribuir con 13 millones solo para la adquisición del suelo, y con un mínimo de siete para las tareas de urbanización. Además, el plan prevé que se sumen el Ayuntamiento, el Gobierno central, la Diputación y la Autoridad Portuaria, que podrían contribuir con distintas cantidades al desarrollo de todo el proyecto.

Los 20 millones ofrecidos por el Ejecutivo autonómico ya figuraban en el planteamiento que Feijoo puso sobre la mesa en el 2018, cuando propuso que las Administraciones hiciesen aportaciones económicas para garantizar la titularidad pública de los terrenos portuarios, al tiempo que se daba por esa vía solución a la deuda de 300 millones que la Autoridad Portuaria sufre por la construcción del puerto exterior.

Los Objetivos

Urbanizar y uso público. El plan presentado por Alberto Núñez Feijoo y la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, el viernes también tiene ese objetivo e insiste en «la necesidad de mantener y compatibilizar el uso público» con las posibles actividades económicas y pesqueras que continúen en esos espacios. Pero va más allá, e incluye una planificación detallada de las obras necesarias para la integración de los muelles en la ciudad.

Los primeros trabajos

Pistoletazo de salida en un año. Los trabajos más inmediatos se ejecutarían en la dársena de Batería, que la Autoridad Portuaria prevé abrir a los ciudadanos este mismo verano. La planificación de la Xunta estima que los proyectos de urbanización se ejecutarían entre noviembre de este año y abril del 2022. Las obras en ese muelle comenzarían en marzo de ese año y concluirían cerca de las Navidades del 2023, tras una inversión total de cerca de 6,27 millones de euros.

Las tres fases

San Diego para el final. El desarrollo del muelle de Batería constituiría la fase 1 del plan. La Xunta plantea que la segunda fase se ciña a Calvo Sotelo y la Avenida do Porto. La tercera, más a largo plazo, se centraría en San Diego, el muelle que ofrece más complicaciones por su enorme tamaño -más de 377.000 metros frente a los 88.000 de los otros dos- y su situación urbanística. Además, no podrá quedar liberado hasta que esté listo el tren a punta Langosteira, para lo que aún serán necesarios al menos cinco años. Sin olvidar que Repsol tiene una concesión en esa dársena hasta el 2027 y no es previsible que abandone sus instalaciones antes de esa fecha.

El aparato legal

Acuerdo marco y convenios específicos. Con el objetivo de dar un marco legal a esas tres fases, la Xunta planteó el viernes un convenio marco en el que se detallan las obligaciones de cada Administración. Entre ellas, la creación de una comisión de seguimiento con representantes de todas las instituciones implicadas para desarrollar el proyecto y de una comisión delegada del Consejo de Administración del Puerto, en el que también están presentes las instituciones mencionadas, para avanzar en la ejecución. Además, el desarrollo de cada fase se llevaría a cabo de acuerdo a convenios específicos.

La primera fase

El muelle de Batería. En la reunión del viernes, el Gobierno gallego presentó también un borrador del primero de esos convenios, para desarrollar la fase 1, la del muelle de Batería. Según el documento, los 6,27 millones de inversión se gastarían en su mayor parte -4,28 millones- en el 2022, cuando se ejecutaría el grueso de la obra, y el resto al año siguiente. De acuerdo a su compromiso de colaboración, la Xunta facilitaría casi 3,2 millones de euros, el 51 % del coste previsto para desarrollar la primera fase. Los otros tres millones serían aportados por el Ayuntamiento, la Diputación y el Puerto.

La propuesta de intervenir a corto plazo en Batería se basa en que su desarrollo es compatible con las previsiones del plan general del 2013 y en que no sería necesario desafectar la titularidad de los terrenos, de hecho sería la Autoridad Portuaria la que licitaría y ejecutaría las obras.

La fase dos

Calvo Sotelo y la Avenida do Porto. La segunda fase, la reforma de Calvo Sotelo y la Avenida do Porto, se podría desarrollar a través de un nuevo ente público formado por las Administraciones implicadas. La previsión de gasto en esa zona asciende a 51,47 millones de euros. De esa cifra, 17,55 millones se destinarían al soterramiento del tráfico en la avenida. La urbanización del muelle requeriría otros 7,92 millones y la adquisición de los terrenos precisaría 26 millones más. La Xunta aportaría 13 millones, el 51 % de esa cantidad, y otro tanto del coste de la urbanización, que el Gobierno gallego está dispuesto a aliviar con cuatro millones más. La financiación del vial subterráneo se abordaría en una negociación específica.

Las obras de la segunda fase comenzarían en el 2023, justo al terminar la reforma de Batería, por el muelle de Calvo Sotelo. Los trabajos en esa dársena finalizarían en mayo del 2025. A esas alturas ya estaría en obras el vial subterráneo, cuya construcción comenzaría en enero del 2025 y acabaría a mediados del 2026. Por último, la reurbanización de la superficie de la Avenida do Porto se desarrollaría en paralelo. Arrancaría en abril del 2025 para culminar en junio del 2026.

Análisis

Las propuestas del Ejecutivo de Feijoo a las que resulta difícil decir no

Aunque dudó durante semanas, el gobierno local de A Coruña acabó firmando el convenio con la Xunta para hacer el Novo Chuac. Era una oferta de esas que no se pueden rechazar. No todos los días una Administración pone sobre la mesa una inversión de 400 millones para construir un hospital público. Con la propuesta de Núñez Feijoo sobre los muelles urbanos, lanzada en plena negociación sobre el enlace ferroviario, por lo que todo indica que facilitó el compromiso del Gobierno, sucede lo mismo. El Ejecutivo gallego ofrece 20 millones de euros para urbanizar un terreno que, sin esa aportación, está fuera del alcance de las arcas municipales, y más en plena crisis.

Además, la propuesta gira en torno a principios como la titularidad pública de los terrenos, la toma de decisiones compartida o la colaboración interadministrativa, que el gobierno de Inés Rey ha defendido como propios.

El texto abunda en la estrategia de la Xunta y del PP local de tirar de los asuntos de ciudad, incluso si hace falta en solitario con el PSOE. El último ejemplo se dio el jueves, cuando populares y socialistas evitaron otro retraso de la estación intermodal, al que estaba abocada por la abstención de Marea, BNG y Podemos.

No es casual que un asunto urbanístico quebrase a la izquierda del pleno. En lo que va de mandato, Bloque y Marea han rechazado o dejado en el aire las principales propuestas de los socialistas en esa materia, desde el desarrollo de Percebeiras a la urbanización y parque del Agra. Todo indica que ocurrirá lo mismo cuando se decida sobre los muelles, en los que ambas formaciones rechazan cualquier desarrollo residencial. Esa postura choca con el criterio de la UDC o con los proyectos premiados por el gobierno de la Marea, pero se mantiene. Sin alternativa viable, la oferta de la Xunta del PP será todavía más irrechazable.