Opmega gira hacia la comercialización al comprar el 24 % de Mariscos Antón

Fue el pasado mes de enero cuando Opmega, la organización de productores de mejillón gallego, rubricó la compra del 24 % de Mariscos Antón. La operación, explica la central en su boletín, se enmarca en el nuevo plan estratégico de la entidad, y con ella se persigue «la apertura de nuevos mercados nacionales y europeos, el acceso a nuevos clientes, y permite a los productores de Opmega poner una pica en el terreno de la comercialización directa, un objetivo histórico». La alianza con Mariscos Antón ha sido la base sobre la que se ha construido la tienda online Stella Mare, que «ofrece mejillón de las bateas de los socios de Opmega, además de otros productos de la depuradora Mariscos Antón».

Desde Opmega se concluye que, «sin ninguna duda, esta alianza permitirá que ambas entidades crezcan exponencialmente, marcando un camino y un futuro ilusionantes». Sin embargo, la operación de compra de Mariscos Antón ha generado una cierta controversia en el sector, tanto en organizaciones que están fuera de Opmega, como en algunas de las que forman parte de esta.

Hay críticas internas con la política que se está desarrollando desde la dirección, pero no parecen ser la mayoría ni tener demasiado empuje: la directiva encabezada por Ricardo Herbón fue reelegida ayer en una asamblea electoral a la que el equipo al timón de la organización llegó sin ninguna oposición. El grueso de la directiva estará integrado por bateeiros, sobre todo arousanos, aunque también de rías como Muros o Pontevedra.

Los argumentos

Ricardo Herbón defiende la operación cerrada en el mes de enero. Señala que, gracias al acuerdo con Mariscos Antón, una parte importante del mejillón que cultivan los socios de Opmega para su venta en fresco tiene garantizada su salida al mercado. Tener asegurado ese volumen de operaciones proporciona a la organización una estabilidad que, asegura Herbón, constituye una fortaleza en el mercado. Hay quien replica, sin embargo, que eso se ha traducido en que en estos momentos Opmega tenga los precios más bajos en el segmento del fresco. Herbón no lo desmiente, pero recuerda que la OPP que preside tiene sobre la mesa una subida de las cotizaciones del bivalvo. Comenzará por las tablas de industria y, «cando estean afianzadas, a nosa intención é subir tamén o fresco». En cualquier caso, explican quienes apoyan la compra de Mariscos Antón, a las subidas de precios basadas en la escasez del bivalvo hay que darles una importancia relativa. «Vender mexillón cando non o hai faino calquera», apuntan. Lo difícil, dicen, es vender el bivalvo cuando abunda. Y, sobre todo, cobrarlo en un plazo razonable de tiempo. En ese sentido, aseguran esas voces que la alianza con Mariscos Antón resulta beneficiosa para los socios de Opmega, que ahora cobran su mejillón a 60 o 70 días de su venta. «Antes cobrábase a oito ou dez meses», señalan.

La operación con Mariscos Antón ha marcado al conjunto del sector del mejillón gallego. También desde fuera de Opmega se observan con atención todos los movimientos.

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