Noruega indigna a la pesca europea al apropiarse de la xarda que le da la gana
SOMOS MAR
La flota insta a la UE a intervenir en sus exportaciones de salmón y bacalao
29 may 2021 . Actualizado a las 04:45 h.Noruega vuelve a pescar en el río revuelto del brexit. Ya lo hizo en diciembre apoderándose de parte de la cuota de bacalao de la Unión Europea (UE), y ahora repite asignándose unilateralmente la xarda que le da la gana. Se ha apropiado de un 55 % más: 298.299 toneladas, en lugar de las 191.843 del año pasado, en detrimento de la pesca comunitaria. Indignada, la flota europea insta a Bruselas a responder «con medidas inmediatas», sugiriendo presionar a Oslo interviniendo en las exportaciones noruegas de productos del mar, entre las que brillan el bacalao y, sobre todo, el salmón.
También conocida en Galicia y el Cantábrico como caballa o verdel, la xarda es un pescado azul altamente migratorio que se distribuye por aguas de los países costeros en todo el Atlántico Nororiental. Desde el 2014, la UE pactaba la gestión conjunta de especies compartidas con Noruega e Islas Feroe, repartiéndose cupos. Nunca entraron en esos convenios Rusia, Groenlandia e Islandia, y de ellos se descolgaron a principios de la pasada década Feroe y Noruega. Entonces la reacción de la UE fue calificada de tímida, aunque Noruega y Feroe retornaron a los convenios.
Ahora que el Reino Unido se ha divorciado de la UE, los dos negocian por separado con Noruega y Feroe. Tras el brexit, el Gobierno británico parece incapaz de alcanzar acuerdos pesqueros con sus convecinos. Sus conversaciones con Noruega y Feroe han finalizado oficialmente sin entendimiento, y con la UE tampoco fructifican, pero todavía no han roto el diálogo.
Y en esos mares turbulentos Noruega saca tajada otra vez. Del mismo modo que en diciembre, cuando «unilateralmente decidió apoderarse ilegalmente en su propio beneficio de parte de la cuota de bacalao asignada a la Unión Europea (UE)», recuerda, en nombre de la flota pelágica comunitaria, Gerard van Balsfoort, dirigente de la Asociación Europea de Productores de Pescado (EAPO, en sus siglas en inglés).
Europêche, la Asociación de Organizaciones Nacionales de Empresas Pesqueras de la UE, y EAPO rechazan «enérgicamente» la decisión del Gobierno de Oslo y reclaman a Ejecutivo comunitario una reacción urgente «por cualquier medio».
Porque con la xarda Noruega «socava totalmente la gestión eficaz de nuestros pelágicos compartidos», Balsfoort sugiere una respuesta tan contundente de la UE como la de «considerar seriamente la posibilidad de utilizar su poder como el mayor mercado de importación de productos del mar para detener tales imprudentes e irresponsables comportamientos» de los noruegos. No lo dice, pero claramente apunta a un cambio de las reglas de entrada en los Veintisiete de las exportaciones pesqueras noruegas.
Oslo predica y no practica
EAPO y Europêche se erigen en defensores de la industria de la pesca pelágica comunitaria, censurando al Ejecutivo de Oslo por una decisión unilateral que, para Balsfoort, marca «un nuevo mínimo» en las relaciones de ese país con la UE. Califica de «extremadamente decepcionante» lo que interpreta como un «abandono del camino de la colaboración con otros Estados costeros» porque, subraya, Noruega se vende «a sí misma y a sus productos del mar en todo el mundo como la nación con el sistema de gestión pesquera más prudente y responsable». Con la xarda, Balsfoort opina que el Gobierno de Oslo practica lo contrario de lo que predica porque, «al actuar de una manera tan irresponsable», ataca la explotación sostenible de un recurso del que viven muchos miles de pescadores.