Veinticinco barcos gallegos pescarán en Mauritania, que sigue negando su pulpo
SOMOS MAR

Los arrastreros podrán elaborar aceite de pescado y pescar algo de pota
30 jul 2021 . Actualizado a las 04:45 h.Después de años pagando sin dolerle la mano por peces de papel en acuerdos como el de Groenlandia, en el que se ofrecía contrapartida financiera por licencias que no se empleaban, resulta que llegó la hora de renovar el pacto con Mauritania y Bruselas se llevó las manos a la cabeza al comprobar su infrautilización y conocer que no se pescaban casi la mitad de las cuotas por las que estaba abonando compensación. Así que se presentó en la mesa de negociación ofreciendo a Nuakchot la mitad de lo que le estaba pagando, sin pararse a pensar que esos peces de papel eran pelágicos -la variedad más importante por volumen del acuerdo- y que algunas categorías, como la de arrastre que va a la merluza en fresco o en congelado, y la del palangre -todos gallegos-, agotaban las posibilidades que tenían y más que tuvieran para agotar. Ni en observar que, además, si no se renovaba el acuerdo, una decena larga de embarcaciones con base en Galicia o de capital gallego no tendrían plan B ni caladero alternativo en el que reubicarse.
Por eso anteayer en Marín, Ribeira y Canarias -donde tienen base los arrastreros congeladores gallegos- respiraron aliviados al saber que la UE y la república de Mauritania habían llegado a un punto de encuentro para renovar ese pacto de pesca por 5 años. Un quinquenio con escala, pues está apalabrado que dentro de un par de años se revisarán tanto las condiciones del protocolo como la contraprestación económica. Porque, finalmente, al menos los dos primeros ejercicios, las arcas de la UE continuarán ingresando en las mauritanas 62 millones de euros al año. En el tercero, esa cifra se ajustará automáticamente a las posibilidades de pesca utilizadas durante las campañas precedentes.
Factura de 62 millones
Por ahora, esos 62 millones dan acceso a aguas mauritanas a 65 embarcaciones españolas, de las que 25 son gallegas: 4 arrastreros de merluza negra (dos palangreros pierden licencia por infrautilización), 6 arrastreros congeladores con base en Canarias, 6 palangreros de fondo que capturan palometa, dos atuneros cerqueros congeladores y 7 palangreros de superficie.
En el nuevo protocolo quedará consolidada la salida exprés, la posibilidad de descargar en un tercer país en caso de fuerza mayor que se abrió a raíz de los bloqueos intermitentes en el paso del Guerguerat, la frontera de Mauritania con el Sáhara. Además, se han incorporado una serie de mejoras técnicas, según informó el ministro de Pesca, Luis Planas, en un comunicado en el que, además de la satisfacción por la renovación del protocolo, deja patente la presión de la delegación española en las reuniones de coordinación de la Comisión Europea con los Estados miembros para amarrar el caladero, no en vano España «el más beneficiado al utilizar la mayor parte de las licencias, aprovechando todas las categorías».
Así, por ejemplo, los arrastreros de fresco podrán pescar las 6.000 toneladas de merluza negra de la que ya disponen en el actual pacto, pero, además, ahora podrán descargar un porcentaje de pota y marisco (2 %) que antes tenían que descartar por no figurar esas especies en su ficha técnica. Y han conseguido además volver a poder elaborar aceite de pescado, aunque, según María de Pazo, armadora de Marín, es preciso revisar la normativa sanitaria europea en este sentido, pues hace más de un decenio que han dejado de elaborarlo.
Cefalopoderos
Menos éxito han tenido los arrastreros congeladores. El presidente de Anacef, Francisco Freire, coloca en la parte positiva la continuidad por cinco años y, como De Pazo, que no haya que parar hasta que se apruebe porque se aplicará de forma provisional. Ahora bien, de volver a pescar pulpo, ni por asomo, ni han conseguido más cuota de merluza —3.500 toneladas—, ni cambiar los límites de la zona en la que pueden operar para, de esa manera, poder hacer uso efectivo de las 1.450 toneladas de calamar y 600 toneladas de sepia que tienen asignadas en el protocolo. Y eso que llevaban un informe del IEO apoyando su solicitud. Ni así lo consiguieron y, por tanto, «esas posibilidades seguirán infrautilizadas».
España se queda los pelágicos de Polonia y reclama los que ya no pesca el Reino Unido
Menos los palangreros de fondo, todavía reponiéndose de la factura que le han pasado los bloqueos de camiones de pescado en la frontera y la caída de los precios de la palometa, su principal especie objetivo, los cánones que pagan los armadores subirán en las restantes categorías en torno a un 5 %. Los arrastreros de fresco pasan de pagar 90 euros por tonelada a 95; los congeladores (en origen cefalopoderos) pasan de satisfacer 75 a 95; los atuneros, de 70 a 80. Los palangreros se quedan en 105 euros por tonelada. Aumenta así la aportación privada, mientras se reduce la contribución pública en línea con la política que la UE ha comenzado a aplicar para el resto de los acuerdos.
La parte del Reino Unido
Los peces pelágicos, tipo sardina, sardinilla, caballa, jurel y similares, son, con diferencia, la principal categoría del pacto con Mauritania. Los buques, principalmente del norte de Europa, están autorizados a capturar 225.000 toneladas, que estaban lejos de agotarse. Este apartado ha sido el que más quebradero de cabeza ha dado a los negociadores. Para salvar las diferencias, se ha dividido en dos categorías, informó el Ministerio de Pesca: uno para sardina y otro para caballa y jurel, con cánones diferenciados.
Aunque la flota española no participaba en esta modalidad, en el marco de este acuerdo ha conseguido una licencia cedida temporalmente por Polonia, al tiempo que España intenta amarrar para sí las posibilidades que tenía el Reino Unido en el marco de este acuerdo. Es esta, no obstante, una decisión que tendrá que tomar el Consejo de Ministros de la UE.