Quince investigadores exploran en Viveiro restos de una de las mayores tragedias marítimas de la historia
SOMOS MAR
Además de la fragata Magdalena, también investigarán la villa tardorromana de Estabañón y, por primera vez, cuentan con medios para restaurar vestigios
31 ago 2021 . Actualizado a las 22:48 h.Desde este 30 de agosto al 20 de septiembre, quince especialistas del Equipo de Patrimonio Cultural Sumergido del Norte, creado por la Federación Española de Actividades Subacuáticas (FEDAS) inicia en la ría de Viveiro la «campaña más larga y con mayor despliegue de medios de las llevadas a cabo hasta el momento», subraya el arqueólogo subacuático Antón López, director del proyecto. Sondearán el entorno del pecio de la fragata Magdalena, cuya estructura se localizó en el año 2018, y darán los primeros pasos para el estudio de la relación con el territorio de la villla tardorromana de Estabañón, dedicada a la explotación de los recursos marinos y cuyos vestigios se localizaron en la playa de Area.
En la cuarta fase del proyecto de estudio del patrimonio sumergido de la ría viveirense, retoman las investigaciones en el entorno de la fragata Santa María Magdalena, que junto al bergantín Palomo y otras embarcaciones se fueron a pique en 1810, sembrando de cadáveres la ría viveirense. Los últimos estudios apuntan que ese naufragio pudieron perecer unhas 800 personas, en una de las mayores tragedias marítimas de la historia. Formaban parte de la Expedición Cántabra, enviaa por España y el Reino Unido en un intento de expulsar a las tropas de Napoleón Bonaparte del norte peninsular.
En el pecio de la Magdalena, añade Antón López, «se realizarán sondeos sistemáticos por equidistancia, para determinar el alcance del yacimiento, con objeto de planificar su excavación para el próximo año». Paralelamente, reforzando y consolidando la apuesta por la ría de Viveiro de la FEDAS, se instalará en la localidad un espacio para el tratamiento de materiales húmedos que se recuperen en las investigaciones.
El equipo de Antón López se plantea extraerlos porque «se garantizarán la estabilización y el tránsito a su nuevo ambiente» de los restos arqueológicos, que también podrán restaurar. De esa tarea se ocuparán dos técnicas recientemente incorporadas al equipo, Clo Lemoine, especialista en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, y Susana Ricart, a cargo de la documentación de materiales.
Una vez más, la cooperación de entidades de Viveiro con la FEDAS hace posible disponer de lo que el director del proyecto define como define como «un espacio vital», que permite tratar materiales de «gran fragilidad que llevan tiempo bajo el agua. «Sin él jamás se hubiera valorado extraer ningún objeto de la ría», subraya agradeciendo la colaboración del Seminario de Estudos Terra de Viveiro, en cuyas intalaciones del antiguo centro comarcal, cedidas por el Concello, han emplazado los equipos. En esta fase del proyecto también cuentan con el apoyo y cooperación, que también agradecen, del Concello de Viveiro, Topodel, Lembranza, Club de Buceo Mergullo de Viveiro, Centro de Actividades Subacuáticas de Viveiro y Croa Fotosub.