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Oslo y Moscú defienden su gestión del bacalao frente las críticas de la UE

E. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

M. Moralejo

Tras el «brexit», Noruega alteró el reparto y restó toneladas a la flota europea

18 oct 2021 . Actualizado a las 09:21 h.

El pastel de las cuotas en el Atlántico nororiental ha comenzado a repartirse. Rusia y Noruega han llegado por videoconferencia a un acuerdo para repartirse el bacalao del Ártico, un caladero que queda muy al norte de Galicia, pero a cuya flota salpica, dado que en ese stock se engloba la cuota que los bacaladeros gallegos pescan en las islas Svalbard.

 La población de esta especie se encuentra en un nivel histórico alto, según apuntó la Administración noruega en un comunicado resumiendo las negociaciones. Esta se remite a la regla de gestión pactada entre ambos países para explicar que la cuota total de bacalao para el 2022 será de 708.480 toneladas, un 20 % menos de la que se aprobó para el ejercicio ahora en vigor. A Noruega le corresponden 321.605 toneladas y el resto se distribuirá entre «Rusia y los terceros países» que tienen acceso en virtud del Tratado de París, «siguiendo el mismo patrón que en años anteriores». Claro que a estas alturas ya no se sabe a ciencia cierta cuál es el criterio al que los noruegos se refieren, pues este año recortó unilateralmente el bacalao que correspondía a la Unión Europea, con la que todavía mantiene abierto el conflicto diplomático.

Además, los dos países pactaron realizar una transferencia adicional de las toneladas de la especie que no se capturaron en el 2021. Cuando el límite de ese trasvase está establecido en el 10 %, del 2021 al 2021 se ha traspasado un 15 %, para compensar los desafíos y trastornos que el covid ha interpuesto en la gestión de las empresas pesqueras, alegan las partes. Será en todo caso algo excepcional para este año, apuntan.

Rusia y Noruega fijaron también la cuota total de eglefino para el año que viene -quedó establecida en 178.532 toneladas- y acordaron abrir el stock de capelán a la actividad extractiva con un TAC de 70.000 toneladas. Esta pesquería estaba cerrada desde el 2018. De fletán azul se podrán pescar 25.000 toneladas y 67.210 de gallineta nórdica, una especie cuya captura se incrementa en más de mil toneladas.

 Ambos países han incluido en su acuerdo de pesca -el bilateral más importante para Oslo, admitió el Gobierno- reglamentos técnicos, medidas de control y colaboración en la investigación, para la que pactaron un programa conjunto. Además, acordaron empezar a trabajar en un plan para la gestión del camarón.

 Oslo convence a Moscú

En la reunión también salieron a colación los reproches que ha hecho la UE sobre la gestión conjunta entre ambos países del bacalao del Ártico. Noruega se aseguró el respaldo de Rusia, a la que convenció de hacer constar en acta los buenos resultados de la administración de ambas partes en el caladero, que beneficia no solo a la industria pesquera noruega y rusa, «sino que también favorece a los barcos pesqueros de otros estados a través de acuerdos», entre ellos los de los Estados miembros de la UE.

 Reparto tradicional

En este sentido, Iván López, presidente de Agarba (Asociación Nacional de Buques de Pesca de Bacalao), señaló que no se cuestiona el derecho de Noruega y Rusia a fijar el total admisible de capturas de bacalao en el Ártico, sino que las reparta a su antojo al margen de los acuerdos internacionales. «Estamos de acuerdo con que sea Noruega la que prepare el pastel, pero cómo ha de partirse está regulado desde hace más de 40 años, ya incluso antes de que España ingresase en la UE», explica.