El presidente de la Federación Galega de Actividades Subacuáticas: «Por unos pocos no se puede criminalizar al resto del sector»

Javier Núñez Barreras (A Coruña, 1970) es presidente de la Federación Galega de Actividades Subacuáticas, entidad que aglutina a 4.500 federados. Y ayer rompió una lanza a favor de la pesca deportiva: «Lo que nos une como aficionados son dos cuestiones. La primera, el amor por del deporte, el hacer ejercicio, el estar en la naturaleza y disfrutar del mar. Y la segunda, la satisfacción de llevar un pescado para cocinar en casa y disfrutarlo con la familia y los amigos».

Negó la versión que vincula el uso de trajes de neopreno y el empleo de arpones [fusiles en el argot] con el furtivismo: «Por unos pocos no se puede criminalizar al resto». En relación a la imagen publicada en La Voz de un pescador con unos veinte kilos de pescado caminando por unas rocas en A Barca, Muxía, señaló: «La gran mayoría respetamos los topes establecidos en la normativa: cinco kilos más una pieza adicional, y en lo que a cefalópodos se refiere, dos pulpos como máximo por persona y día. El pescador deportivo es una persona muy escrupulosa con las tallas y muy respetuosa con el medio ambiente. Seleccionamos las capturas, como tampoco cogemos piezas ovadas. No cogemos marisco porque tampoco lo permite la normativa, algo que sí se puede hacer en Portugal o Francia. Es más, tampoco podemos pescar cuando queremos. Desde el 1 de octubre solo podemos disfrutar de nuestra afición los festivos y los fines de semana».

Y añadió: «Tenemos nuestros trabajos, nuestra vida y una parte del tiempo libre lo disfrutamos en el agua. ¿Usted cree que yo me voy a jugar mi reputación por unos kilos de percebes o arriesgarme a que me metan una buena multa? Pues como yo somos la mayoría. ¿Qué hay alguna manzana podrida? No le digo que no, pero no nos representan. Manzanas podridas también las hay en las cofradías, en el cerco... En todos los ámbitos, pero no se puede generalizar. Son casos anecdóticos. Mire, nosotros podemos bucear de noche. No está prohibido, pero a la mínima que eso sucede ya hay llamadas, creen que todos somos unos furtivos y no es cierto».

Javier Núñez entiende que el mercado ilegal de pescado y marisco está ahí, existe, como lo demuestran el medio centenar de operativos contabilizados en la Costa da Morte desde enero. Unas prácticas que, según el presidente de la Federación Galega de Actividades Subacuáticas, en la mayoría de los casos no guardan relación con los pescadores recreativos. En las cofradías también hay furtivos, en el cerco...». Y argumentó: «Tenemos limitadas nuestras capturas diarias a cinco kilos y una pieza a mayores, pero los barcos del cerco, por ejemplo, no tienen topes para la lubina. Un pesquero puede coger 10.000-20.000 kilos sin problema. Ahora, el problema sí surge si un aficionado se excede en dos kilos del tope fijado».

Javier Núñez Barreras también habló de las sanciones que establece la normativa de Pesca de la Xunta. «Nosotros estamos en el Consello Galego de Pesca y hacemos nuestras aportaciones para mejorar la legislación. Somos partidarios de endurecer las infracciones. En Florida se establecen penas de prisión. El problema de la legislación en este país es que la Guardia Civil y el personal del Servizo de Gardacostas abren boletines de denuncia que al final quedan en nada porque los infractores se declaran insolventes y continúan haciendo lo que les da la gana».

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