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El Gobierno se enroca en su negativa a gravar el pescado como alimento básico

SALVADOR SERANTES REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARCOS CREO

Alega que bajarle el IVA no ayuda al sector, y obvia que beneficia a la salud

09 dic 2021 . Actualizado a las 22:13 h.

Trece noes, once síes y cuatro abstenciones tumbaron en la Comisión de Hacienda del Senado el enésimo intento de igualar los productos del mar y de la acuicultura con otros alimentos básicos como, por ejemplo, pan, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres o cereales. Son parte de los «bienes de primera necesidad» gravados en España con un IVA del 4 %, el que el Gobierno de Pedro Sánchez porfía en negarle al pescado. Si antes alegaba que la Comisión Europea no le permitía bajarlo del 10%, ahora se escuda en el «compromiso» de no aplicar el tipo superreducido a más productos porque se reduciría la recaudación y causaría un «daño irreparable al estado de bienestar y a los servicios públicos». A mayores, desmiente lo que considera una «confusión muy extendida al dar por hecho que así se ayuda al sector».

Son parte de los argumentos de la socialista María Jesús Serrano, que tachó de «demagógica y populista» la propuesta defendida por la popular Elena Muñoz en la Comisión de Hacienda del Senado. Según Serrano, recortar el IVA al pescado no «es la vía para apoyar al sector» porque ese impuesto «no recae sobre el vendedor», sino sobre el consumidor.

Muñoz emplazó al Ejecutivo nacional a «dar un paso adelante y demostrar un compromiso firme y real» por impulsar una dieta saludable. Abaratar precios repercutiría en las «familias con pocos recursos que no se pueden permitir productos del mar». Paralelamente se impulsaría su consumo, respaldando así a un «sector clave y esencial del que dependen más de 100.000 empleos» y que en los momentos más duros de la pandemia se confirmó como «fundamental y arriesgó para garantizar el abastecimiento» a la población.

«Urgente necesidad»

«Más que sobradas razones jurídicas, económicas y de salud» son las que expuso la senadora Muñoz el pasado 25 de noviembre. Ese mismo día, por enésima vez, los transformadores de Conxemar, los acuicultores de Apromar, los conserveros de Anfaco, los mayoristas de Fenamar, los minoristas de Fedepesca y la flota, desde la patronal Cepesca y desde la Federación Nacional de Cofradías, le reiteraban al Ejecutivo español la «urgente necesidad» de rebajar el IVA de los alimentos de la pesca y la acuicultura.

Al presidente del Gobierno, a las ministras de Hacienda y de Derechos Sociales, y a los ministros de Pesca y Consumo se dirigieron en esta ocasión recordándoles un reciente acuerdo de la Eurocámara, también citado por la senadora popular Muñoz y que la socialista Serrano ignoró en su réplica. El Europarlamento añade «un argumento más» a favor de un IVA mínimo para el pescado cuando, en la estrategia De la Granja a la Mesa, se declara «a favor de proporcionar a los Estados miembros una mayor flexibilidad a la hora de establecer diferentes tipos de IVA para los alimentos que tienen distintos efectos sobre la salud y el medio ambiente».

Por la salud y por la naturaleza

Científicamente demostrados están los beneficios del pescado, «esencial en una dieta equilibrada» pese a que en España el consumo en los hogares ha caído el 18 % en la última década. Todos los que hacen posible que llegue del mar a la mesa recuerdan que para la salud «juega un papel fundamental y es totalmente necesario» porque es nutritivo, aporta proteínas de alto valor biológico, tiene un bajo valor calórico, es de fácil digestión y contiene «grandes cantidades de ácidos grasos poliinsaturados, vitaminas y minerales». Poliinsaturados son los Omega-3 y 6, «especialmente relevantes en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares» y contra el colesterol.

Cuando «el retroceso de la dieta saludable es alarmante en España», subrayan que los productos de la pesca y la acuicultura contribuyen a combatir el sobrepeso que afecta al «61,6 % de la población» y los problemas de salud que puede generar.

Medioambientalmente, la pesca española sobresale, en general, por su sostenibilidad y, además, le ofrece a los consumidores «la proteína animal más saludable que existe en el mundo y con menor impacto de huella de carbono en su producción», aspecto este relevante cuando la sociedad mundial trata de frenar el cambio climático.

El tipo del 10 % supera al de otros países de la UE y reducirlo supondría «un ahorro mayúsculo»

Pescadores, acuicultores, distribuidores, transformadores, conserveros y pescaderos quieren reunirse con el presidente del Gobierno y con cuatro de sus ministros para explicarles que en «prácticamente todos los países de la UE el pescado fresco ya disfruta de un tipo de IVA reducido respecto al general». También en España, un 10 % frente al 21 % general. Incluso así, sostienen desde el sector, supera al de Irlanda y el Reino Unido, donde es cero, y a Luxemburgo (3 %), Chipre, Hungría, Polonia y Alemania (5 %), Francia (5,5 %), Bélgica y Portugal (6 %), Holanda y Rumanía (9 %) y Eslovenia (9,5%).

El Estado recauda 818 millones

Para las arcas del Estado el IVA del pescado al 10 % le supuso en el 2019 una recaudación de 818 millones de euros. Gravándolo con el 4 % ingresaría 491 millones menos. Incluso sin ese dinero, quienes reivindican un tipo superreducido sostienen que para la sanidad pública conllevaría «un ahorro mayúsculo pues el aumento del consumo de pescado repercutiría automáticamente en una reducción de las enfermedades cardiovasculares». Citando informes oficiales, en la misma enviada al Ejecutivo apuntan que en España generan un gasto anual de 7.700 millones, a los que añaden más de 2.000 «por atender a personas con sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida».

Por lo que dijo la socialista Serrano, el Gobierno español parece no querer sumarse a lo que le propone el sector para «seguir siendo un país de referencia en longevidad y calidad de vida».