Bacaladeros españoles, pendientes de lo que van a poder pescar en Svalbard
SOMOS MAR
Temen que Bruselas vuelva a plegarse a Noruega y que, como este año, les impidan pescar 5.000 toneladas
14 dic 2021 . Actualizado a las 04:45 h.A los bacaladeros españoles no les salen las cuentas. Esas 5.300 toneladas que anunció el ministro español de Pesca en el inicio de la negociación de los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para el 2020 en aguas comunitarias no cuadran con ninguna de las cifras que esperaban. Creen que es un error de cálculo, pues estiman que de esas 10.250 toneladas de bacalao ártico que recibe la Unión Europea tras intercambiar cuotas con Noruega, le corresponden 2.600. Es cierto que es «una buena noticia», no en vano el TAC de esta especie ha bajado y, sin embargo, los españoles mantienen sus posibilidades de pesca, «con lo que el resultado es un aumento del 20 %», explica Iván López, presidente de Agarba, la asociación que agrupa a los bacaladeros españoles.
Ahora bien, están más pendientes de lo que ocurre con la asignación de cuotas que le corresponden del bacalao que pescan en las islas Svalbard. Después de un año, nada saben del segundo capítulo en que se ha convertido el reparto posbrexit. En el primero, a pesar de un intercambio de notas y una batalla diplomática entre la UE y Noruega, la flota comunitaria se quedó sin pescar 5.000 toneladas, las que Oslo no les permitió capturar.
«Ni idea de cuál es el planteamiento de la Comisión Europea», dice López, que teme que de nuevo Bruselas agache la cabeza ante un país «desarrollado» que ha pisoteado los derechos históricos de la flota comunitaria. En virtud del Tratado de París, España tenía el 3,77 del TAC de bacalao total, porcentaje que se redujo tras los acuerdos del brexit. Sin embargo, Noruega no reconoció ese porcentaje y recortó unilateralmente el cupo otorgando menos toneladas de las que le correspondían. Si no hubo enfrentamientos fue porque Noruega computa todo el bacalao que pesca la UE en el Ártico como una sola cuota en lugar de dos —las 10.250 del intercambio y las que le corresponden en Svalbard— y no se sobrepasó la cantidad que, según Bruselas, correspondía a la flota española. Pero, en realidad, «se ha sisado a la flota 5.000 toneladas que nadie nos dice dónde están». López reprocha a Bruselas el «seguidismo» que hace a Noruega, cuando debería ser Oslo el que tuviese más miramientos, pues vende anualmente a la UE 1.600 millones de euros.