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Buzos de la Erpol hallan en Camelle una nasa gigante repleta de centollas

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Furtivismo de centolla
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Dentro, además de 130 kilos del crustáceo, había nécoras y bogavante azul

03 ene 2022 . Actualizado a las 12:23 h.

Que los agentes del Equipo de Respuesta Policial (Erpol) de la Policía Autonómica se hayan formado para actuar contra el furtivismo bajo el agua está complicando las actuaciones de aquellos ilegales especializados en escatimar centolla a los canales autorizados en los que, por ley, debe comercializarse. En uno de los operativos desarrollados por ese grupo en Camelle, los policías que inspeccionaban los fondos se toparon con una nasa de grandes dimensiones, calada a 5 metros de profundidad en mitad de un lecho de algas, sin señalización alguna que indicase su presencia, y repleta de marisco. Llena hasta los topes. A rebosar de especies diversas, pero, sobre todo, petada de ese crustáceo tan demandado en estas épocas.

Las dimensiones de la trampa y el alijo de marisco que había en su interior hacían imposible la tarea de levantarla, ya no a pulso, sino tampoco desde el barco del Servizo de Gardacostas de Galicia en el que se desplazaron hasta esa zona de la Costa da Morte los agentes de la Policía Autonómica.

Los agentes tuvieron que cortar los cabos que la tenían anclada al fondo y pasar nuevas cuerdas para poder ir llevándola hasta el muelle. Para cuando acabaron de realizar todas las tareas de recuperación, casi habían acabado el aire de las botellas. Para sacar la nasa del agua fue preciso emplear la rampa que se utiliza para subir las embarcaciones. Solo entonces se pudo recuperar el botín del interior. Y dentro había 200 kilos de distintas especies. Nécora, bogavante azul y, sobre todo, centolla. Unos 130 kilos de este crustáceo. De todos los tamaños, pero abundaban las de gran tamaño.

Del propietario o propietarios, ni rastro. Evidentemente, no todo el marisco que estaba dentro de la nasa había entrado por sus patas en la trampa. Al parecer, el aparejo ilegal se empleaba para mantener ocultas las capturas e ir a por ellas en cuanto se necesitase, en los días de estas fiestas de mayor demanda. Multiplicando el alijo por el precio medio de la centolla en diciembre en las lonjas gallegas, lo decomisado y devuelto al mar valdría 1.300 euros. Y aunque bogavante había menos, no hay que perder de vista que la cotización media de este mes está en casi 31 euros. La nécora, que también había, a 22.

Depuradora

El mismo camino que tomaron los 130 kilos de centolla (de vuelta al mar) fue el que recorrieron los 1.335 que la Policía Autonómica decomisó en una depuradora de Ferrol por carecer de documentación que acreditase su procedencia.

El hallazgo se produjo en una inspección rutinaria de los veterinarios de la Xunta a las instalaciones de la empresa. En una piscina en el exterior encontraron numerosos ejemplares de centolla que el propietario del negocio aseguró que eran del propietario de una embarcación autorizada para capturarla. Sin embargo, cuando se le requirió que justificase la procedencia y enseñase los documentos de trazabilidad tampoco pudo hacerlo, por lo que se decomisó la mercancía. La Policía Autonómica interrogó a ambos como investigados no detenidos y envió copia de las actuaciones al juzgado para que analice si existe delito de furtivismo.