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Pontedeume estudiará cómo afectan al marisqueo el espigón o los pilares de la autopista

A. F. C. PONTEDEUME / LA VOZ

SOMOS MAR

JOSÉ PARDO

Las ventas en la lonja repuntaron en 2021, «un año muy bueno» para el sector

28 mar 2022 . Actualizado a las 19:01 h.

Un estudio promovido por la cofradía de pescadores de Pontedeume, con apoyo de Endesa y de la Universidade de Santiago de Compostela, a través de la Estación de Bioloxía Mariña de A Graña, analizará las causas de la acumulación de sedimentos en determinados puntos de la ría o el impacto en el marisqueo del espigón o los pilares de la autopista. «Llevamos años intentando que se haga y ahora ha salido adelante. Queremos saber cómo repercuten los vertidos que vienen del río Eume, por qué zonas que eran muy productivas se perdieron [el marisco desaparece], por qué se acumulan ostras en una zona y en otras no...», explica Santiago Salgado, patrón mayor del pósito eumés.

Entre los trabajos que se van a ejecutar, destaca la colocación de estaciones para medir por dónde discurren las corrientes, «para ver por qué se acumula arena y se forman como playas en el interior de la ría, y justo en esos puntos el marisco se marcha». El estudio durará más de dos años y el responsable del pósito confía en que los resultados sirvan para mejorar el estado del banco marisquero y su explotación. Mientras tanto, Salgado subraya que «2021 fue un año muy bueno». La facturación repuntó y alcanzó los 288.028 euros, cerca de los 297.274 de 2017 y muy por encima de los 197.318 de 2019, que fue uno de los peores años desde 2001, cuando comenzaron los registros de la plataforma tecnológica Pesca de Galicia. «A flote estuvimos 16, todos menos dos, y del sector de a pie, solo cinco de las 17 [las demás estuvieron de baja]», señala. «El año pasado fue muy bueno en ventas», corrobora Ana Salido, una de las cinco mariscadoras que salieron al mar durante toda la campaña.

«Pero hay muchísimo menos marisco que antes, ni punto de comparación», recalca. Menos recursos y muchos menos recolectores. «Estuve unos años en la directiva de la cofradía y llegué a tener un listado de 200 mariscadores, a flote y a pie», indica.