Feijoo: «É unha traxedia humana [...] Traballar no mar sempre é unha heroicidade»
SOMOS MAR
El presidente de la Xunta eleva a siete el número de fallecidos, dos de ellos gallegos, en el hundimiento del pesquero Villa de Pitanxo en Terranova
16 feb 2022 . Actualizado a las 12:30 h.El hundimiento del pesquero gallego Villa de Pitanxo durante la madrugada de este martes en aguas de Terranova se ha saldado, hasta el momento, con diez muertos (en la noche del martes), dos de ellos gallegos, y 14 desaparecidos en el mar, según ha confirmado este martes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Solo tres supervivientes han logrado ser rescatados por un pesquero que se encontraba próximo a la zona del naufragio.
La noticia ha generado una gran consternación. No solo en el sector, donde no se recuerda una tragedia de estas magnitudes en las últimas décadas, también entre la clase política. «É unha traxedia humana, persoas tragadas polas augas xélidas de Terranova. Traballar no mar sempre é unha heroicidade», manifestó esta tarde el dirigente gallego, quien confirmó que las labores de búsqueda de los desaparecidos continúan: «Hai medios aéreos e un barco vai dende Terranova para intentar levar mellor as oportunidades de rescate das persoas que non apareceron».
Las condiciones del mar, en el momento del naufragio, eran muy malas. Ese factor, unido a las temperaturas extremadamente bajas del agua, hacen que sea muy difícil sobrevivir: «Non se aguanta moito tempo, así que a traxedia está confirmada, falta valorar o alcance da mesma, pero é unha traxedia, o lamento profundamente», deslizó Feijoo en declaraciones a la prensa.
El barco se encontraba pescando a 250 millas de Terranova, en agua NAFO. Fueron dos pesqueros gallegos, que se encontraban faenando en la zona, los que han recuperado la mayoría de los cadáveres. Tres de ellos aparecieron en una balsa y no queda rastro de la nave. «Tenemos la confirmación de varios fallecidos que se han encontrado flotando en las aguas en las aguas de Terranova y no estoy ara valoraciones políticas [...] No tengo la cabeza en el PP sino en las familias que probablemente han perdido a sus seres queridos, y en la angustia de las personas desaparecidas, les pido respeto por esas familias», apostilló el presidente gallego, que se encontraba en Madrid. «Ha sido un desastre, el barco ha desaparecido y las noticias no son buenas. Lamentablemente son muy malas».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se hizo eco de la tragedia: «Seguimos con inquietud y preocupación las tareas de búsqueda y rescate de la tripulación del barco gallego hundido en aguas de Terranova. Todo mi cariño para sus familias. El Gobierno permanece en contacto continuo con los servicios de salvamento», publicó en sus redes sociales.
El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, se mostró «consternado» por la noticia y confirmó que seguirán con las tareas de búsqueda y rescate de los tripulantes del Villa de Pitanxo, en coordinación con Salvamento Marítimo. Las condiciones climatológicas, según ha podido saber la Xunta, están mejorando en la zona, lo que podría facilitar las labores.
Consternación es un adjetivo que se queda corto. «Esto va a marcar un antes y un después», asegura el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), Javier Touza, a la que estaba adscrito el barco de Marín. En los doce años que lleva al frente de la entidad no recuerda un siniestro de tal calibre y es incapaz de encontrar precedentes. «Es uno de los días más trágicos para la pesca gallega», dijo después en declaraciones a Radio Voz. La tragedia ha sacudido a una zona de gran tradición pesquera y a una armadora con un larguísimo historial de trabajo en aguas del Atlántico norte, con trabajadores muy experimentados. El Villa de Pitanxo es, además, uno de los barcos más recientes de la flota de la NAFO, recordaba un Touza que se puso a disposición de la armadora y de las familias para todo lo que sea necesario.
Muy afectada se mostró ayer la conselleira de Mar: «En 13 anos que levo no goberno é a situación máis complicada que me tocou vivir», aseguró Rosa Quintana, que en estos años ha tenido que lidiar con numerosos naufragios. La conselleira también hizo hincapié en que los ocho tripulantes que no tenían nacionalidad española «non eran galegos de nacemento, pero si de adopción», porque todos llevaban viviendo en la comunidad «moito tempo».
La tragedia traspasó fronteras. El comisario de Pesca, el lituano Virginijus Sinkevicius, se mostró ayer «terriblemente triste» por el hundimiento del Villa de Pitanxo. «Quiero enviar mi más sincero pésame y solidaridad a todas las familias» de los tripulantes del barco gallego, expresó en un mensaje a través de la red social Twitter.
La Asociación Española de Titulados Náutico-Pesquera (Aetinape) se ha sumado a las condolencias y las muestras de cariño para los familiares de las víctimas, la empresa armadora y toda la comarca de O Morrazo, y han exigido que las políticas pesqueras vuelvan a poner a los profesionales de la pesca en el centro: «Autoridades de todo tipo participarán en los homenajes póstumos. Ojalá les sirvan para tomar conciencia de la crudísima realidad que se esconde tras la vida en el mar: el elevadísimo riesgo de este trabajo, que se olvida rápidamente cuando se trata de regular las condiciones laborales de las personas». La entidad insiste en que «días como hoy lo piden a gritos».
La Organización Productores Asociados Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) envió su apoyo a los familiares de los muertos y desaparecidos: «Desde la flota atunera española, trasladamos todo nuestro apoyo a los familiares de los tripulantes y a la empresa armadora Grupo Nores en estos difíciles momentos».
El lamento fue unánime en toda la sociedad gallega. «Toda a nosa forza e afouteza para as familias», expresaban desde el Celta en su perfil en Twitter. «Hoxe a nosa terra, o noso mar, Galicia, está de loito», escribían desde el Deportivo en la misma red social.