Un joven en prácticas y un marinero experimentado, entre los tripulantes del barco hundido en Canadá

Dos de los marineros del Villa de Pitanxo son vecinos de la orilla sur de O Morrazo. Raúl González Santiago es un joven de solo 24 años del municipio de Cangas que estaba realizando prácticas en el barco hundido en aguas de Canadá. Es miembro de una familia de marineros. Su padre es un experimentado jefe de máquinas que también ha trabajado en la zona del siniestro y que actualmente está enrolado en un buque de una conocida casa armadora viguesa. El hermano de Raúl también se dedica a la pesca. Quienes le conocen aseguran que es un chaval noble y muy responsable que ha estado labrándose un futuro profesional y que se apuntó a esta campaña ilusionado para adquirir conocimientos y experiencia.

Otro marinero que también forma parte de la tripulación es de Moaña y se llama Fernando González Martínez. Tiene 53 años y, al igual que la mayoría de quienes iban a bordo del Villa de Pilanxo, se trata de un profesional muy experimentado y conocido en la comarca. Ya había trabajado con la misma compañía en otras mareas y, al parecer, esta era su primera vez en Terranova. Desde joven ha estado vinculado con el mar y ya poco le queda para poder jubilarse a este moañés, muy apreciado en su villa y con dos hijos. Hace años trabajó en pesca de bajura, en barcos de la parroquia de Meira y en la pesca artesanal.

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