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Sin noticias de un posible rastreo un mes después del naufragio del Villa de Pitanxo

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CAPOTILLO

El Gobierno pide «tiempo» porque «a solución non é sinxela», dice Miñones

15 mar 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

Justo hace hoy un mes, Galicia se despertaba conmocionada por la mayor tragedia pesquera ocurrida en casi medio siglo: el naufragio del arrastrero marinense Villa de Pitanxo a 250 millas de distancia de la costa de Terranova.

Solo tres personas de una tripulación integrada por 24 personas pudieron ser rescatadas con vida, tras pasar casi cinco horas en medio de la inmensidad del océano y con temperaturas gélidas, introducidos en una balsa que para cuando llegó el Playa Menduíña Dos al rescate compartían con cuatro cadáveres tras haber perdido otros dos que, al parecer, se escurrieron de la embarcación, según trascendió de la declaración de uno de los supervivientes, el marinero ghanés Samuel Koufie.

En las horas siguientes al hundimiento todavía se recuperaron cinco cuerpos más, los de marineros que han podido ser despedidos por sus familias en Galicia, Burgos, Huelva y Perú. Pero hay otros doce que permanecen desaparecidos. Posiblemente en el interior de un pecio que, se intuye en qué zona puede estar, pero se desconoce el lugar concreto y, sobre todo, la posición en que ha quedado tras haberse ido a pique de popa con un copo lleno de pescado.

Tratar de localizar los restos del arrastrero de Pesquerías Nores e intentar inspeccionar su interior por si pudiese rescatar algún cuerpo más era un compromiso adquirido por el Gobierno, que el propio presidente Pedro Sánchez trasladó a las familias el día en que llegaron a Santiago los supervivientes y 5 de los fallecidos.

Y ha trascendido que el Ejecutivo, a través de Salvamento Marítimo, ha consultado en varias empresas la posibilidad de conseguir un robot o herramientas adecuadas para inspeccionar el pecio, además de estudiar fórmulas para bajar hasta lo que queda del barco, pero desde aquellas primeras informaciones los familiares no han sabido nada más de esa operación.

Hace unos días trasladaban sus sospechas de que se les estaba «dando largas», apuntaban, porque, aunque preguntan todos los días, hasta ahora nada se les han comunicado sobre la posibilidad de abordar el rastreo.

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, aseguró ayer en Santiago que «sigue enriba da mesa a busca de solucións para localizar o barco e as medidas que se poden abordar para chegar a el», pero pidió «tiempo» a las familias porque «a solución non é sinxela» y, además, está a expensas de las condiciones climáticas.

Miñones expuso que Marina Mercante y Salvamento Marítimo siguen realizando gestiones, pero las empresas también trasladan la necesidad de realizar las operaciones con seguridad.

«No momento en que teñamos esa información, os primeiros que a van a saber son eles; convocaríamolos a unha nova xuntanza para trasladar as accións e medidas que estamos estudiando para poñer en marcha», se comprometió el delegado del Gobierno en Galicia.

Miñones cree que ahora lo «prioritario» es la investigación, para saber lo ocurrido en el naufragio, sobre el que los supervivientes han ofrecido versiones contradictorias.

Homenaje

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, oficiará el próximo viernes, a las 6 de la tarde, una ceremonia en el templo nuevo de Marín, donde el barco tenía su base, en homenaje a las 21 personas fallecidas en el naufragio. 

Está previsto que acuda el ministro de Pesca, Luis Planas, según comunicaron los familiares.