Da un margen al Gobierno tras anunciar ayer el ministro de Pesca, Luis Planas, que habrá medidas para atajar el incremento de los costes de explotación por la subida de combustibles y energía
24 mar 2022 . Actualizado a las 08:24 h.La flota pesquera vuelve al trabajo. Hoy mismo. Así lo decidieron la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) y la patronal Cepesca, después de reunirse con el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas. No es que los convenciera con las medidas anunciadas, a fin de cuentas no fue mucho más allá de las que bendijo el lunes pasado Bruselas, se remitió a las que aprobará el Consejo de Ministros el lunes que viene y avanzó que se estudiará la exoneración de tasas portuarias. Pero la firme determinación en que se articularán medidas para que la pesca pueda recuperar la senda de la rentabilidad porque es un sector necesario y esencial en la soberanía alimentaria fue suficiente para arrancar a los profesionales pesqueros un margen de confianza.
Así, desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) señalaron que hará se «un gran esfuerzo saliendo a faenar a pérdidas», porque son conscientes «de la necesidad de traer alimento de primera necesidad». Por mucho que no sean las medidas que la pesca y la acuicultura pedían para ayer y que Planas las anunció para más allá de pasado mañana —el 29— y que no se harán efecto al menos hasta arrancar abril.
Hay algo en lo que, según el ministro de Pesca, Luis Planas, coinciden el Gobierno y el sector: «Existe un riesgo para la rentabilidad de nuestros buques que justifica plenamente que se habiliten las medidas necesarias para retornar a la rentabilidad de un sector que es una de las fuentes principales de provisión de proteína de alta calidad para alimentar a la población». Pero esa coincidencia se queda en el diagnóstico. Difieren en cómo atajarlo y, sobre todo, en la urgencia que requiere la intervención.
El ministro de Pesca dijo al término del encuentro con la patronal Cepesca, la Federación Nacional de Cofradías y Apromar, que va a actuar con urgencia y que en los próximos días tendrá definido un paquete de medidas, junto con el resto de sectores, para lograr que se mantenga la actividad pesquera.
Compromiso del comisario
Por lo pronto, se aferró al compromiso arrancado al comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, para activar el artículo 26 del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y la Acuicultura (FEMPA), que permite intervenir en situaciones de crisis y compensar a los pescadores por el encarecimiento de los costes de producción. «Esta misma semana la Comisión Europea tiene previsto adoptar un acto delegado» autorizando estas ayudas y España ya trabaja en la transposición urgente de la norma para «asegurar la actividad de la flota, así como el abastecimiento de pescado, al conjunto de la población». Es más, incluso se plantea un adelanto parcial en el pago de estas ayudas «para que se reciban en el plazo más breve posible».
Habrá otras medidas específicas para enfriar los costes de explotación, pero van dentro de ese paquete global de acciones que Sánchez guarda como oro en paño hasta el día 29, a pesar de la desesperación de todos los sectores económicos.
En declaraciones a Europa Press, el secretario de Cepesca, Javier Garat, lamentó la falta de concreción y que no se vayan a saber hasta el próximo martes los detalles de las ayudas que irán en el decreto ley que ese día aprobará el Consejo de Ministros, pero se ha congratulado de que se aceleren las ayudas de Bruselas y se pueda obtener un adelanto para no tener que esperar a la tramitación comunitaria.
Basilio Otero, presidente de las cofradías españolas, por su parte, puso en valor que Planas no haya «rehusado hablar de ninguna medida». No obstante, subsiste el problema del transporte, que está paralizando España: «Si no hay transporte estará complicado salir a faenar. El siguiente paso es que se pueda reactivar y se pueda trabajar con normalidad, pero sin transporte será complicado trabajar».
Y si la pesca padece las consecuencias del paro del transporte, por los obstáculos para distribuir el producto, la acuicultura lo hace por partida doble: ve frenada la llegada de pienso con el que alimentar a los peces y la salida de los mismos hacia los mercados. Javier Ojeda, gerente de Apromar se mostró muy crítico con los transportistas y la falta de decisión para atajar el problema: «Molesta especialmente que los problemas de un sector los tengan que sufrir el resto de la sociedad. Hay que darle una solución al tema porque es inadmisible», recalcó.