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El día que todos fuimos Jealsa

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

CARMELA QUEIJEIRO

Hace un año, la comarca asistía incrédula al incendio que amenazaba O Bodión

08 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Resulta difícil encontrar a alguien en Barbanza que no recuerde qué estaba haciendo hace hoy exactamente un año. Ese día, la comarca entera se paralizó, atenazada por las imprevisibles consecuencias de un incendio que amenazaba con destruir el buque insignia Jealsa y, con él, miles de puestos de trabajo.

Han pasado 12 meses de uno de los incendios industriales de mayor envergadura que se recuerdan y las cicatrices todavía siguen visibles, aunque en el complejo de O Bodión se levantan ya nuevas estructuras que reemplazarán a las que acabaron calcinadas aquel aciago sábado, cumpliéndose así el plazo que entonces marcó el presidente de Jealsa, Jesús Alonso Escurís, que confiaba en que, en un año, la fábrica estaría «de nuevo en marcha, más fuerte y más joven».

Lo está, aunque a muchos de quienes el 8 de mayo del 2021 miraban hacia O Bodión con una mezcla de pasmo, angustia y preocupación les habría costado creerlo en aquel momento.

Así empezó

El relato de cómo vivieron aquellas horas las personas que de un modo u otro están vinculadas a Jealsa, y en Barbanza casi todo el mundo lo está por familiares o conocidos que trabajan allí, empieza casi siempre de la misma manera: un mensaje en el móvil imposible de creer. «Arde Jealsa», repetían los wasaps acompañados de fotos de una enorme y negrísima humareda. Con ella, ardía uno de los pilares de la economía barbanzana y miles de familias se sumían en la incertidumbre.

Se puso en marcha entonces un amplísimo dispositivo de extinción, con medios no solo de la comarca, sino de otros puntos de la provincia e incluso de Pontevedra, con apoyo de Gardacostas y Salvamento. Se combatieron las llamas por tierra, mar y aire, mientras empleados de la empresa cargaban decenas de tráileres con la mercancía que sacaban del almacén para ponerla a salvo. «Démonos conta de todo o que sacáramos cando tivemos que metelo dentro de novo, o que quitamos en unhas horas levounos días metelo», relata una de las trabajadoras que estuvieron al pie del cañón.

Por fin, en torno a las 21.00 horas, el fuego se daba por controlado y se aliviaba un poco la tensión contenida al confirmarse que el corazón de O Bodión, la zona de producción de la fábrica, no había resultado afectado.

Pasaron dos días hasta que el incendio quedó extinguido, y en ese momento tocó empezar la reconstrucción, sin perder de vista que Boiro, y Barbanza en su conjunto, estuvieron arrimando el hombro y dando apoyo en los peores momentos. En el día en el que todos fuimos Jealsa.

Santiago Sampedro: «Os que estábamos dentro da planta non eramos moi conscientes do perigo»

Hace un año, Santiago Sampedro, trabajador de mantenimiento en O Bodión, se metió en la boca del lobo. Fue de los primeros en llegar y accedió al punto de origen del incendio: «Puxemos os equipos autónomos que temos na planta e empezamos a desplegar as mangueiras. Vimos que o lume era moi grande para apagalo cos medios que había e concentrámonos en intentar evitar que se estendera cara a zona de produción». El viento les ayudó en esta tarea y alejó el humo de ellos: «Os que estábamos dentro non eramos moi conscientes do perigo nin do que estaba pasando, non víamos o fume».

Juan Carlos Ordóñez (Orbutrans): «Foi coma se lle ardera a casa a un veciño, vas axudar co que podes»

Como la mayoría, Juan Carlos Ordóñez, gerente de Orbutrans, estaba comiendo cuando supo que Jealsa ardía: «Chamei aos choferes, collemos as grúas e os vinte tráileres e fomos para alí». A la postre, su impulso resultó crucial porque su grúa de 40 metros permitió a los bomberos llegar al foco del incendio, «coa súa escaleira non chegaban. Estivemos alí 24 horas, turnándonos, ata o martes». Dice que aquellos días «estivemos a morte alí. Foi coma se lle ardera a casa a un veciño, vas axudar con todo o que podes».

MARCOS CREO

Daniel García: «O que me impactou foi que non había xente na rúa, había moita preocupación»

Resulta difícil imaginarse la calle peatonal de Boiro vacía en una primaveral tarde de mayo, pero hace un año lo estaba, y esa imagen resulta muy gráfica para describir el ambiente que se respiraba en la localidad aquel día. Lo explica Daniel García, presidente de la ABE: «O que me impactou foi que non había xente pola rúa, había moitísima preocupación. Era un ambiente solemne e lúgubre. Todo o mundo estaba pendente do que pasaba no Bodión porque alí había moitos postos de traballo en xogo».

Óscar Miranda (Sueirotrans): «Estábamos moi nerviosos, Jealsa é un pulmón tremendo que tira por todos»

Óscar Miranda, responsable de Sueirotrans, recuerda el día del incendio, y los posteriores, como un momento «de moitísima tensión, de noites sen durmir». En cuanto supo del incendio en O Bodión se fue para allí para intentar ayudar, y lo hizo con las cisternas con las que captaban agua del mar para llenar el depósito que abastecía a los bomberos. «Estábamos moi nerviosos, Jealsa é un pulmón tremendo para todos», rememora, para añadir que había angustia «porque Jealsa é un símbolo de Boiro e vías que se desmoronaba».

Francisco Manuel Sampedro: «A actuación dos primeiros equipos en chegar foi determinante»

La intervención de los bomberos de Boiro y Ribeira fue crucial en la evolución del incendio, algo que no se cansa de poner en valor el responsable de los parques comarcales, Francisco Manuel Sampedro: «A actuación dos primeiros equipos en chegar, e dos traballadores da empresa que estaban alí, foi determinante para que se salvara boa parte da fábrica, porque nos primeiros momentos a situación era moi complicada». Destaca también la absoluta disponibilidad de todo el personal aquellos días.

MARCOS CREO

José Ramón Romero: «É unha satisfacción ver xa as naves levantadas na zona cero do incendio»

El alcalde de Boiro, José Ramón Romero, estaba de viaje cuando se declaró el incendio en Jealsa. «Cheguei aquí voando», cuenta. Recuerda que vivió aquellos momentos con una enorme preocupación y tensión, pero también con incertidumbre: «Nun primeiro momento non se sabía o alcance do lume. Salvar a zona de produción era importantísimo e chegou un momento no que se confirmou que se salvaría, aí respiramos todos un pouco».

El corazón de la fábrica se salvó, pero el susto en el cuerpo duró varios días: «Foi un momento de moita preocupación polo que representa Jealsa para a economía e para o emprego en Boiro». Destaca también la unión que mostró la ciudadanía alrededor de la compañía y de la familia Alonso en aquellas aciagas jornadas, y lo rápido que Jealsa se recompuso: «É unha satisfacción ver xa as naves levantadas na zona cero do incendio».