Las orcas siguen dando guerra en Cádiz y averían dos veleros en 17 horas
SOMOS MAR
Las últimas interacciones ocurrieron de noche, y Salvamento Marítimo auxilió a los navegantes
25 may 2022 . Actualizado a las 04:46 h.Sorprendieron a la comunidad científica cuando en julio del 2020 trascendió la primera interacción de orcas con veleros. Bautizadas como las Gladis, investigadores del Grupo de Trabajo Orca Atlántica lograron identificar a catorce de las que interactúan con embarcaciones de recreo. Más de una veintena de incidentes desde principios de abril confirman la persistencia en el tiempo de un comportamiento que la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) intenta explicar, por encargo del Ministerio de Transición Ecológica. Ahora que el atún, uno de los alimentos preferidos de esos cetáceos, ronda el Estrecho de Gibraltar, se suceden los percances. Con unas 17 horas de diferencia, averiaron dos yates en el entorno de Barbate (Cádiz).
Siguen dando guerra, sin causar daños personales, aunque, en algunos casos, haciendo pasar malos ratos a los navegantes recreativos. Salvamento Marítimo informa en su cuenta de Twitter de las dos últimas interacciones. Una sucedió este lunes, a unas doce millas de Punta Camarinal, un cabo al norte del Estrecho, en Tarifa. Los tres tripulantes del Alborán Champagne solicitaron auxilio porque las orcas les dañaron el timón, dejándolos sin gobierno. La Salvamar Enif, de Salvamento, los remolcó hasta Barbate. También ocurrió de noche, entre el lunes y el martes, el segundo percance que ha trascendido, en el que se vio implicado el velero Cachaca, de 14 metros de eslora y con tres tripulantes a bordo. Salió en su ayuda la Enif, remolcándolos hasta Barbate, donde quedaron atracados a las cinco de la madrugada de este martes.
Desde julio del 2020 hasta ahora, han trascendido decenas de acometidas de orcas con yates, entre el golfo de Cádiz y la Bretaña francesa, varias de ellas en las costas de Galicia, donde podrían reaparecer a medida que los atunes se desplacen hacia el Cantábrico en su migración anual. Asentadas en el Estrecho, incluidas en la lista de especies protegidas y con un plan especial para mejorar su conservación, se apunta a que a una mala experiencia con algún yate podría explicar las acometidas de las Orcinus orca. Ese mal recuerdo, grabado en la memoria de unos cetáceos muy inteligentes que conviven en familias y transmitido entre generaciones, podría ser el motivo de la animadversión que parecen mostrar hacia esas embarcaciones.