
«El cambio climático va a empezar a calentar las aguas del Cantábrico, con lo cual esta especie, progresivamente, puede empezar a entrar en la zona de Asturias, Cantabria y País Vasco», afirma Gerardo García Castrillo
08 jul 2022 . Actualizado a las 13:13 h.Tres crías de tiburón gris han cambiado las aguas del Oceanogràfic de Valencia por las del Museo Marítimo del Cantábrico (MMC), en Santander, para avanzar en el estudio de su aclimatación al norte, puesto que el cambio climático y el calentamiento del mar están empujando a esta especie hacia el Cantábrico, cuando su límite geográfico por ahora está en Finisterre.
«El cambio climático va a empezar a calentar las aguas del Cantábrico, con lo cual esta especie, progresivamente, puede empezar a entrar en la zona de Asturias, Cantabria y País Vasco», ha afirmado el director del MMC, Gerardo García Castrillo.
Estos tiburones pertenecen a la familia de los carcharhinidae, que incluye a algunos de los más conocidos y comunes como los cazones, las tintoreras, los tollos, los jaquetones o los tigre. Su rasgo más característico es el desproporcionado tamaño de la primera de sus dos aletas dorsales, con clara diferencia entre ellos. Es uno de los tiburones costeros más grandes y, además, tiene una treintena de dientes en cada mandíbula.
Los tres ejemplares, machos de aproximadamente un año, llegaron a Santander el miércoles tras un largo viaje en camión con los «sustos» que implican este tipo de desplazamientos y conocer otras aguas y «vecinos» nuevos tales como peces, rayas u otros tiburones. Pesan unos 4 kilogramos y miden en torno a los 80 centímetros, pero irán creciendo hasta rebasar los de 2 metros.
Se ha elegido esta especie por dos motivos. En primer lugar, porque tiene un crecimiento muy lento. También porque es una especie cuyo límite de distribución geográfico está por la zona de Portugal y Finisterre, por lo que García Castrillo apunta a que tendrá «una utilización didáctica» de cara al futuro.