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Galicia insiste en buscar una moratoria para el veto

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

P. CH.

La conselleira de Mar dice en Bruselas que la aclaración de que quedan libres los fondos de menos de 400 metros no es suficiente para mitigar el impacto en la flota

07 oct 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

Aunque realmente queden libres 41 de las 87 áreas de veda diseñadas por la Comisión para proteger los ecosistemas marinos vulnerables, para Galicia no es suficiente. Lo dijo ayer en Bruselas la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que insistió en que lo que quieren las comunidades autónomas afectadas y lo que demanda el sector es una suspensión cautelar o una moratoria de la entrada en vigor del reglamento. Solo eso puede impedir que el próximo domingo haya barcos que no puedan acceder a sus caladeros tradicionales.

Por eso desde la capital belga —a donde viajó para participar en la Conferencia das Rexións Periféricas Marítimas (CRPM) acompañada de su número dos, Antonio Basanta—, pidió celeridad a la hora de presentar el recurso en el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). Una demanda que debería ir acompañada de una petición de suspensión cautelar. Y paralelamente, «avanzar na vía da moratoria».

Ese aplazamiento en la entrada en vigor del acto de ejecución -previsto para el domingo, día 9-, «permitiría gañar tempo para presentar todos os informes técnicos e científicos necesarios e dos que carece esta decisión unilateral da Comisión Europea». Eso y «salvar unha campaña tan importante como é a do Nadal para o sector pesqueiro».

Argumentos hay de sobra, cree Quintana. Sin ir más lejos, el «dubidoso sustento legal e científico dun regulamento no que faltan pasos e documentos clave como a análise de impacto socioeconómico e información rigorosa, xa que se asenta sobre datos desactualizados dunha soa arte de pesca», dice.

A la economía gallega esa decisión le costará 816 millones de euros, según cálculos de la Xunta. Y será un duro golpe para unos 4.400 tripulantes. Eso a Galicia. Porque la prohibición también afectará a Francia, Irlanda e Portugal, por los consecuentes desplazamientos de flota a otras zonas. De ahí que Galicia esté buscando «establecer contactos directos con representantes doutras rexións afectadas». A la conselleira le consta que hay contestación en Bretaña y en varias regiones de Irlanda, por lo que cabría hacer un frente común.