El nuevo pliego del ISM de Bamio deja en la calle a la mitad de los vigilantes
SOMOS MAR
Reduce los turnos de vigilancia a una única persona, cuando antes eran dos
09 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Fue en diciembre del año pasado cuando los trabajadores del ISM de Bamio dejaron de percibir sus salarios. Arrancó entonces un largo proceso que ha ido cumpliendo etapas, pero a un ritmo más lento de que todos los afectados desearían. A finales de marzo de este año, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones canceló su relación con la empresa Mersant, la concesionaria del servicio de vigilancia y empezaba la cuenta atrás. Los trabajadores tienen derecho a que sus contratos sean subrogados por la compañía que se haga cargo de esta labor tras la apertura de un nuevo concurso público. Pero esa garantía expira al cabo de un año. Es decir, si el ISM no ha resuelto este proceso antes del 31 de marzo del año que viene, la plantilla perderá ese derecho.
Para ello había que sacar un nuevo pliego, como así ha sido, pero la noticia desagradable para los afectados es que las condiciones del expediente de la contratación de servicios implican que la mitad de los vigilantes perderán su empleo puesto que subrayan que solamente habrá un guardia de seguridad por turno, cuando antes eran dos.
El expediente justifica la necesidad de contar con un servicio de vigilancia y seguridad, del que ahora carece a pesar de que ya han regresado los cursos y de que por el edificio pasan, y viven, muchas personas, y que no es posible cumplir con estas necesidades sin un servicio profesional y periódico «por lo que se estima necesario e idóneo contratar los servicios señalados». Lo justifica, pero lo reduce.
En realidad, los trabajadores consideran que este concurso no deja de ser un paripé que quedará desierto. Y lo explican entendiendo que cualquier empresa que se haga caso del servicio, y por ello subrogue a los vigilantes que estaban con Mersant, deberá hacerse cargo también de las deudas porque, pese a que ya han comenzado a ganar juicios por las tropelías que sufrieron en su momento, todavía no han cobrado. «Ninguna empresa se va arriesgar a asumir las condiciones para que luego le vayan cayendo demandas por los impagos», afirma uno de ellos. En realidad, creen que lo que sucederá es que el concurso quedará desierto y que para cuando se lance otro, el plazo de subrogación habrá expirado y que todos ellos se quedarán en la calle. Muchos, tras más de veinte años trabajando en Bamio.