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¿Para qué queremos que las islas Cíes sean patrimonio mundial?

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

El autor propone que cualquier declaración sirva para proteger la naturaleza

27 nov 2022 . Actualizado a las 10:04 h.

Para la segunda parte del culebrón de la declaración de patrimonio mundial —así se denomina formalmente, no patrimonio de la humanidad— de las islas quedaba pendiente una visión ecologista. Es complicado encontrar una buena respuesta a una mala pregunta y quizás llevamos años haciendo la pregunta equivocada. ¿Deberían optar a ser patrimonio mundial las Cíes en solitario o todo el parque nacional marítimo terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia? La pregunta correcta, y previa, debería ser otra: ¿Para qué, cuál es el objetivo final que se persigue con esa declaración?

Una referencia útil nos la brinda la normativa estatal de parques nacionales, que no deja lugar a dudas «El objetivo básico de todo parque nacional es asegurar la conservación de sus valores naturales. Se trata, pues, de una figura de protección que lleva aparejado un régimen jurídico especial al objeto de asegurar esa conservación».

Situados en el contexto de Cíes y resto de archipiélagos que forman el parque nacional y su objetivo fundamental, al menos en teoría, la siguiente referencia nos la ofrece el Convenio para la Protección de del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de la Unesco, que tampoco deja ninguna duda: su objetivo es proteger el patrimonio mundial frente a la amenazas de destrucción, pues considera que «el deterioro o la desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo».

Notarán la coincidencia. Pero podemos añadir un nuevo actor, la organización internacional que la Unesco consulta como referencia para evaluar los lugares que optan a ser patrimonio mundial natural, la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) su nombre ya lo deja claro, pero por si no fuera suficiente sus objetivos son los siguientes: influir, estimular y apoyar a las sociedades de todo el planeta con objeto de mantener la integridad de la naturaleza y asegurar el uso equitativo y ecológicamente sostenible de los recursos naturales. La UICN desarrolla y apoya ciencia de vanguardia para la conservación, particularmente en especies, ecosistemas y biodiversidad.

Resulta evidente la coincidencia en la prioridad de todos los implicados en decidir esa declaración: proteger y conservar la naturaleza. Consecuentemente, la pregunta pertinente sería: ¿es esa la prioridad de las candidaturas que están promoviendo la Xunta de Galicia y el Concello de Vigo? Desde luego, no lo parece.

Contamos con un buen indicador: las docenas de páginas y horas de declaraciones acumuladas desde que empezó el culebrón. Les invitamos a que revisen cuántas veces han escuchado o leído, tanto a Xunta como al Ayuntamiento, hablar de promoción, turismo, visitantes, publicidad, etcétera, y cuántas veces de conservar y proteger la naturaleza. Quizás la proporción se acerque a cien frente a una y, desde luego, estas declaraciones van en contra de las prioridades de la Unesco, la UICN y la propia ley de parques nacionales.

Conclusión

La conclusión sería la siguiente: si esta declaración de patrimonio mundial sirve como herramienta para aumentar la conservación de la naturaleza, cuanto más, mejor; y ojalá además del conjunto del parque nacional se pudiera ampliar a las islas Estelas, el islote Areoso, las islas Sisargas y más. Pero si esta declaración es una simple excusa para aumentar el turismo, promoción y conseguir récords de visitantes durante todo el año y de esta forma incrementar la presión humana… mejor ninguna, ni Cíes ni todo el parque nacional; de ser así mejor que se rechace la candidatura de la Xunta y no se admita la del Concello. Pensamos que no se puede decir más claro.