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Las cuotas pesqueras, luces y sombras en un pacto que da otro apretón al Mediterráneo

La Voz

SOMOS MAR

OLIVIER HOSLET | EFE

No se ha conseguido reconducir la «intransigencia» del comisario de Pesca, empeñado en cuadrar el círculo de que en pesquerías multiespecíficas se alcance el rendimiento máximo sostenible para todas las poblaciones en el 2025

14 dic 2022 . Actualizado a las 08:05 h.

«Sensación agridulce», para la patronal pesquera Cepesca; «luces y sombras», para Pescagalicia-Arpega-Obarco; a la expectativa de si se confirman los incrementos de cuota anunciados, en la OPP 7 de Burela; satisfacción entre la flota gransolera de la Cooperativa de Vigo; abierta decepción en el cerco gallego; y gran preocupación en el Mediterráneo, con cuyos pescadores se solidarizaron las comunidades autónomas del norte, representadas en esta ocasión por Cantabria. Estos han salido realmente mal parados de una negociación en la que no se ha logrado reconducir la «intransigencia» del comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, dijo Javier Garat, secretario general de Cepesca, empeñado en cuadrar el círculo de que en pesquerías multiespecíficas como la que se realiza en esas latitudes se alcance el rendimiento máximo sostenible de todas ellas a la vez en el 2025. A pesar de que se ha conseguido mitigar los recortes pretendidos, el porcentaje de reducción del esfuerzo pesquero pactado —con el voto en contra de España—, del 7 %, supone que muchos barcos «van a disponer de menos de 150 días para pescar», expone Garat.

Los claros y los oscuros

El aumento de cuota de merluza, gallo, rape, lenguado y abadejo, así como en la xarda, son las luces que las asociaciones pesqueras gallegas ven en el acuerdo adoptado. Las sombras, aparte del jurel y la anguila, también se aprecian en la cigala, que continuará cerrada en Galicia y mantendrá otro año más a parte de la flota arrastrera privada de un recurso importante.

En el plano político, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, manifestó en O Porriño la decepción de su Gobierno con unas negociaciones con las que, «en principio non podemos ser optimistas ni darnos por satisfeitos». No son «nin moito menos» las que esperaban porque, como ya había dicho la conselleira de Mar, Rosa Quintana, son prácticamente las que proponía una Comisión que está siendo muy restrictiva, no tienen en cuenta los aspectos sociales y económicos y no atiende al esfuerzo que ha hecho el sector para mantener los recursos en buen estado.

Tampoco el Bloque comparte el optimismo con el que compareció el ministro Planas al término del Consejo. La eurodiputada del BNG, Ana Miranda, y la portavoz de Pesca en el Parlamento de Galicia, Rosana Pérez, lamentaron que se mantenga «unha liña de desmantelamento continuo da nosa frota pesqueira» y se permita pasar de un TAC de 70.000 toneladas para el jurel a 3.200, una «absoluta hecatombe», dijeron.