La pesca de Galicia y Asturias pide la retirada de los planes que abren la puerta a la eólica marina y exige la dimisión de Teresa Ribera
SOMOS MAR
Esta zancadilla «esperaríamola de Bruxelas, pero non do noso propio Goberno», se lamenta el presidente de las cofradías españolas
01 mar 2023 . Actualizado a las 22:55 h.La pesca de Galicia y Asturias, a las que el martes le crecieron ocho polígonos —uno de ellos el más grande de toda España— de alto potencial para instalar plataformas eólicas marinas en medio de sus caladeros, manifestó ayer su abierta decepción por el que consideran un ataque a la línea de flotación de sus barcos. De todas sus embarcaciones. Porque al segmento que no se le plante un molino en pleno caladero —arrastre, palangre y enmalle de litoral— se verá perjudicado por las líneas de evacuación —nasas, miños, trasmallos y otros artes menores— y ni si libran los de Gran Sol, que tendrán polígonos en sus rutas de ida o regreso de las zonas de pesca. «Era lo que nos faltaba», decía José Antonio Pérez, presidente de la Federación Galega de Confrarías, en la lonja de A Coruña, donde se dio cita la Plataforma en Defensa da Pesca e dos Ecosistemas Mariños para evaluar el impacto del que ya el martes calificaron de «ataque máis duro contra a pesca» que recuerdan. Una zancadilla que «esperaríamos de Bruxelas, pero non do noso propio Goberno», se lamentaba Basilio Otero, que está al frente de las cofradías españolas y de la plataforma surgida de aquel Manifiesto de Burela bendecido por Congreso de los Diputados y los parlamentos gallegos y asturiano. En balde, por lo que se ve, hicieron notar.
Así, a bote pronto, según lo que han podido deducir —porque la información, dicen, no viene en el visor de Transición Ecológica— los 2.688 kilómetros cuadrados que se reservan para la energía eólica afectan a 300 caladeros. Pozo de Sisargas, Praia Nova, A Parada, Praia da Estaca... Son algunos de los nombres muy conocidos para el sector pesquero por su actividad y facilitados en clave de longitud y latitud a la Administración. «Para nada», reprochaban defraudados Otero y Torcuato Teixeira, portavoz de la plataforma. Por eso no dudaron en calificar de «enemiga del sector pesquero» a la máxima responsable del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, a la que pidieron su dimisión.
Pero esa es su segunda demanda. La primera es que se retiren los planes de ordenación del espacio marino (POEM), porque no han sido consensuados con la principal actividad tradicional que se desarrolla en ese espacio. Cierto que se han reducido en extensión los polígonos de alto potencial, pero eso no quita que lo aprobado constituya «un atentado al sector, porque no nos va a permitir pescar».
Están convencidos de que eólica marina y pesca pueden coexistir, pero una cosa es eso y otra es ser compatibles. «Allí donde hay un parque eólico marino no puede haber pesca», recordó Teixeira. Ni los arrastreros pueden arrastrar, ni los palangreros de fondo pueden calar los aparejos, ni los de enmalle largar la volanta. Ni en medio, ni en la zona de exclusión que lleva asociada. Lo han visto en Viana do Castelo, donde hay instalados tres aerogeneradores.
Los representantes del sector pesquero gallego y asturiano ya han programado sus primeras acciones de rechazo a los POEM. Para el 11 de marzo han convocado una concentración delante de la Delegación del Gobierno en A Coruña. Siete días después, el 18, el escenario será también la Delegación del Gobierno, pero en Gijón.
Esas son las dos primeras medidas adoptadas. Habrá más si no se corrige la hoja de ruta que atraviesa sus caladeros. Si no la retiran «de motu propio», en cuanto el real decreto que da rango oficial a los POEM se publique en el BOE se estudiará impugnarlo mediante un recurso contencioso-administrativo, avanzó Torcuato Teixeira. Tanto es así que ya han buscado asesoramiento en el Observatorio do Litoral de la Universidade da Coruña (UDC) para parar esta nueva amenaza para el sector pesquero y toda la cadena que mueve y «contribuye a fijar población». Porque esa es otra. «¿Se ha parado Ribera a pensar en eso del Reto Demográfico que el ministerio lleva por apellido?», se pregunta Basilio Otero. Por cierto, en todo este proceso han echado en falta a otro ministerio: el de Pesca, que «nos debería ayudar en esta catástrofe», apuntó el presidente de las cofradías españolas.