Los bateeiros colapsan el registro de la Xunta y los percebeiros se niegan a ceder un metro más

La tensión entre bateeiros y percebeiros por las piedras en las que crecen tanto la semilla de bivalvo, que los primeros necesitan, como el crustáceo que los segundos explotan, ha subido en grados a medida que desde la Xunta se iban retirando metros a los santuarios de percebe instaurados en diciembre del 2021. Esas zonas reservadas en exclusiva para la extracción de percebe apenas suponen el 15?% de la costa que hay entre la desembocadura del Miño, en A Guarda, y la del Sor, en O Barqueiro, recuerdan los mariscadores, y no están dispuestos a ceder ni un centímetro más.

Así lo reafirmaron ayer en Bueu patrones mayores y representantes de las agrupaciones de percebeiros de A Guarda, Baiona, Vigo, Cangas, Aldán, O Grove y Bueu. Transmitieron el malestar e indignación de los profesionales, «ante o novo atropelo por abrir novas zonas á extracción da mexilla, porque entendemos que o sector do percebe xa doou un ril e non está en condicións de dar o outro», resumió José Manuel Rosas, quien aclaró que actuaba como patrón mayor de Bueu, no como presidente de las cofradías pontevedresas.

Los pósitos percebeiros comprenden que los mejilloneros puedan tener un problema por la falta de cría para llenar las bateas, pero dicen que «nós tamén» y que ese 15?% que les queda de santuario para el crustáceo son zonas vitales para los mariscadores. «Xa se cedeu e non se pode ceder máis», dijeron los representantes de los percebeiros del área de Pontevedra, que anunciaron que se sumarán a la concentración que han convocado para el viernes las cofradías de A Coruña. Al mismo tiempo, llamaron a abordar estudios para descubrir «que acontece nas pedras», pues lo que está claro es que «xa non son tan produtivas coma antes».

Protesta en Santiago

Los bateeiros gallegos no pueden obviar la tensión que existe con el sector del percebe y con las cofradías. Una tensión de la que responsabilizan directamente a Mar, que ha generado «un enfrontamento onde nunca o houbo». Ayer, un nutrido grupo de mejilloneros volvieron a trasladarse a Santiago para dejar constancia de su malestar por la crisis de la mejilla. Muchos de los participantes en la protesta estaban ataviados con chalecos reflectantes, se acercaron a las puertas de San Caetano e inundaron el registro de la Xunta con escritos individuales en los que solicitaban a Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, que reciba a sus portavoces. Al mismo tiempo, desde las 28 asociaciones del sector que han decidido emprender movilizaciones —cuatro de ellas integrantes de la Mesa do Mexillón— han apostado por iniciar una campaña de recogida de firmas. Con esas rúbricas pretenden dejar constancia del respaldo que el sector mejillonero tiene en toda la Galicia costera, donde es sostén, como han recordado en numerosas ocasiones, de una parte importante del tejido socioeconómico. Tal es su peso en localidades como A Illa, que el propio Concello se ha implicado de forma activa en la campaña de recogida de firmas.

Desde la Consellería do Mar afirman que se reunieron con representantes de las cofradías antes de sentarse con los bateeiros y trasladaron que entendían la situación y que «era necesario empatizar con la otra parte». Por eso —dicen desde el gabinete de Rosa Quintana— se sigue «apostando por el diálogo como mejor forma de encontrar solución a los problemas desde el respeto mutuo». Afirman que se seguirán evaluando con los técnicos y con ambos sectores las medidas que favorezcan la sostenibilidad de ambas actividades, «como hemos defendido siempre».

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