Encuentra una perla dentro de una almeja durante la cena de su cumpleaños, en Muxía
SOMOS MAR
María José Cives festejaba su 51 aniversario en Casa de Lema, en la parroquia muxiana de Coucieiro
15 mar 2023 . Actualizado a las 16:41 h.Parece hecho a propósito, pero no, fue casualidad. María José Cives, de Muxía, celebraba en la noche de este pasado martes su 51 cumpleaños en Casa de Lema (Morpeguite, Coucieiro, también en el municipio muxián) junto a su hijo, la novia de este y un amigo de la familia. Tomaban almejas, y ya degustando las últimas, en la segunda vuelta, María José notó un pequeño objeto duro en la boca. Pensó que era una diminuta piedra, o una arena. Pero al extraerla comprobó que no, que se trataba de una perla. De color aproximado al lila y un tamaño importante, además de un revestimiento como cristalino, o de cerámica. Sus acompañantes recordaron que no hace mucho pasó algo similar en Noia, buscaron en internet y comprobaron la semejanza. Fue toda una sorpresa, además de una alegría, porque las perlas no son baratas. Un joyero de Cee iba ayer a analizar esta perla con un experto para comprobar su alcance.
Las almejas de la cena procedían de una cetárea cercana, en Merexo, que a su vez se nutrió de un banco de Carril, así que es ahí donde hay que buscar su origen, como explica el dueño del local (que también tiene varios alojamientos), Suso Lema.
Sobre la posibilidad de hallar una perla en una almeja, la científica marina María Calvo, experta en el campo, lo explicaba el mes pasado en un artículo publicado por La Voz de Barbanza, a propósito de la de Noia. Decía que para afirmar que el hallazgo es una gema formada por el bivalvo hace falta mucha información: «Es posible que una almeja forme una perla, de eso no hay duda. Todos los moluscos tienen la capacidad de formar gemas preciosas». Añadió que este proceso viene provocado porque este tipo de especies se alimentan filtrando el agua del mar y, en caso de que se les introduzca un cuerpo extraño, es posible que lleguen a generar piezas de nácar.