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El cierre de zonas de mejilla rompe todo diálogo entre los bateeiros y Mar

r. estévez / e. abuín VILAGARCÍA, REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Carmela Queijeiro

Quintana sigue «coa man tendida» y busca una fórmula segura para abrir

12 abr 2023 . Actualizado a las 04:45 h.

Las organizaciones de mejilloneros Opmega, Amegrove y Socomgal han decidido abandonar la mesa de diálogo que mantenían abierta con la Consellería do Mar. La decisión de la Xunta de anular las aperturas de zonas para la extracción de mejilla acordadas en las últimas semanas ha acabado por dinamitar los únicos puentes que le quedaban a la Administración con el sector mejillonero. «Nadie entiende que las zonas que abrieron en febrero y marzo para la mejilla vuelvan a cerrarse ahora. Es una situación kafkiana donde la consellería resuelve en contra la propia consellería y en la que los afectados somos todos los bateeiros», señalan.

Las tres entidades han manifestado, además, su sorpresa por la celeridad de las resoluciones que anulan las aperturas que habían pactado. Contrasta, dicen, con la demora con la que se atienden las propuestas que parten de la órbita de las bateas. Hay «peticiones y recursos que ni siquiera fueron respondidos año y medio después de haber sido enviados», dicen desde Amegrove, Socomgal y Opmega. Para estas entidades, ha quedado claro que «Mar está actuando al dictado de las cofradías, perjudicando a un sector como el del mejillón, de gran importancia para las zonas costeras, tanto por el número de trabajadores como el volumen de negocio que genera alrededor».

La decisión de la Xunta de anular la apertura de zonas ha caído como un jarro de agua fría a unas entidades que se han empeñado en mantener el diálogo con la Administración pese al recelo que esta apuesta generaba en buena parte del sector.

Socomgal, Opmega y Amegrove señalan que «ahora no se dan las condiciones para seguir en la mesa de negociación». Se darán cuando la Xunta reabra las zonas que ha cerrado, «además de otras en Baiona y A Guarda, que cuentan con informes técnicos favorables que constataban la existencia de mejilla y ausencia de percebe».

Por último, las tres organizaciones exigen a la Consellería do Mar que se revierta la situación al escenario previo al conflicto «y que se resuelvan nuestras peticiones con la máxima urgencia, porque de no ser así no sabemos qué puede pasar» ya que, señalan, «se está jugando con nuestro medio de vida, un medio del que dependen muchas familias».

Mano tendida al diálogo

«Respectamos a súa vontade e seguimos a traballar, como vimos facendo en todo momento, na busca de solucións que permitan atender as necesidades tanto dos percebeiros como dos bateeiros», trasladó la conselleira, Rosa Quintana, al conocer la decisión de los únicos que quedaban sentados en la Mesa do Mexillón.

Por su parte, sigue con la mano tendida y trabajando para volver a abrir las zonas que se han cerrado «cunha fórmula máis sólida desde o punto de vista xurídico».

Mientras, en Cabo de Cruz, representantes de una treintena de asociaciones bateeiras daban rienda suelta a su indignación pidiendo el cese del director xeral de Pesca, Antonio Basanta, por firmar un documento —el que abría santuarios de percebe a la extracción de cría— cuando no tenía capacidad legal para hacerlo. Este colectivo, que no está dispuesto al diálogo en tanto no se anule el artículo 13 del decreto del 2021 y se les devuelva la gestión de la mejilla, ve en la reversión de las aperturas una confirmación de su tesis: «Quen manda na mexilla son as confrarías». No manda sequera Basanta. Así que «que plan da mexilla quere facer se nin o director xeral de Pesca pode decidir sobre ela?», expusieron las asociaciones críticas.

Por eso están valorando hacer un paro general indefinido. «Non hoxe, nin mañá», pero tampoco demasiado tarde. Todo para hacer ver qué ocurre si mete un palo al principio de la cadena.