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La Comisión propone que tirar basura desde un barco se considere vertido ilegal

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

EFE

Lanza cinco propuestas para buscar un transporte marítimo más limpio

02 jun 2023 . Actualizado a las 04:45 h.

Bruselas sabe que la seguridad marítima en aguas de la Unión Europea es «muy alta». Apenas hay víctimas mortales, no se aprecian ya vertidos de petróleo importantes... Pero aun así se notifican más de 2.000 accidentes e incidentes marítimos cada año en los que se ven involucradas embarcaciones mercantes. Por eso ha creído conveniente actuar en ese ámbito para conseguir un transporte marítimo más limpio, moderno, seguro y cuidadoso con el medio marino, con la vista puesta en que este sector es la arteria de una economía globalizada, dado que el 75 % del comercio exterior se realiza por esta vía. Así es que ha lanzado un paquete legislativo con cinco propuestas que revisan las normas de la UE sobre seguridad marítima y para prevenir la contaminación del agua por los buques. Esto último, evitar cualquier tipo de vertido ilegal en los mares europeos, es fundamental para reducir el impacto ambiental del transporte marítimo y preservar el ecosistema. Y eso requiere, subraya el Ejecutivo, que se detecten los vertidos ilegales, se persigan las infracciones y se sancione a los autores de actividades ilegales. Para ello, Bruselas alineará las normas comunitarias con los reglamentos internacionales y ampliará su alcance para cubrir una gama más amplia de sustancias contaminantes. Así, además de las descargas ilegales de petróleo y sustancias líquidas nocivas, que estaban cubiertas por las normas existentes, la Comisión propone incluir también los derrames de sustancias dañinas transportadas en paquetes, aguas residuales, basura, así como restos y residuos de los sistemas de limpieza de gases de escape. Además, plantea optimizar la base de datos de vigilancia e intercambio de información de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), denominada CleanSeaNet, y establecer obligaciones de intercambio de información y seguimiento por parte de las autoridades nacionales responsables de la detección y verificación de la contaminación. Este sistema mejorado facilitará la cooperación entre los Estados miembro en caso de episodios transfronterizos de contaminación procedente de buques, apunta Bruselas.

El paquete incluye también un marco legal reforzado para las sanciones y su aplicación, que permite a las autoridades nacionales tomar las medidas adecuadas en caso de descarga ilegal e imponer sanciones o multas. En este sentido plantea criterios mínimos para evaluar la gravedad del vertido, su impacto en el medio o la solidez financiera de la entidad responsable para establecer las sanciones administrativas.

Agua de lastre

En la búsqueda de ese transporte marítimo más limpio y moderno, la UE alineará sus reglas con las normas internacionales, asegurando un terreno de juego igualitario para el sector, al tiempo que mejora la implementación y el cumplimiento a través de la digitalización y una mayor cooperación de la UE. En ese sentido, sugiere ampliar el control del Estado rector del puerto para abarcar normas internacionales adicionales, como son los nuevos convenios sobre el agua de lastre y sedimentos y la remoción de restos de naufragios.

La propuesta también actualiza la forma en que los barcos son seleccionados para la inspección, para reflejar los nuevos requisitos, y otorgará más importancia a las deficiencias de los buques al determinar su perfil de riesgo.

No hace falta profundizar demasiado en las páginas de los cinco textos legislativos para percatarse de que la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) jugará un papel destacado en la implementación de los nuevos requisitos a través del apoyo que ofrecerá a la Administración de los Estados miembro para hacer cumplir las nuevas reglas. Y por eso hay una propuesta separada que actualiza el mandato de la EMSA, en el sentido de que lo amplía para incorporar las nuevas tareas que le asigna el paquete legislativo en las áreas de seguridad, la prevención de la contaminación y la protección del medio ambiente, la acción climática, la seguridad, la vigilancia y la gestión de crisis, y la digitalización, incluida la nueva seguridad y sostenibilidad.

Obligación de investigar los accidentes graves de pesqueros de menos de 15 metros

De esas cinco iniciativas legislativas presentadas por la Comisión, tres se afanan en la modernización y mejora de las normas de seguridad, prestando atención al control del Estado rector del puerto y a las investigaciones de accidentes marítimos, «reforzando la aplicación de las normas para reducir los siniestros y, en última instancia, prevenir la pérdida de vidas humanas y la contaminación ambiental», recoge el comunicado del Ejecutivo comunitario.

Para empezar, los textos fijan requisitos claros para las inspecciones del Estado del pabellón. La EMSA dará formación específica a las autoridades nacionales para que mejoren sus controles. Y, además, los controles del Estado rector del puerto (las supervisiones que hacen los países a barcos extranjeros que recalan en sus puertos) se ampliarán a los pesqueros pues «persisten importantes problemas de seguridad». Así los países podrán aplicar esas inspecciones a los buques pesqueros de más de 24 metros que hagan escala en puertos de la UE.

Al mismo tiempo, en el caso de los accidentes más graves en los que estén implicados buques pesqueros pequeños, de menos de 15 metros, los Estados miembros tendrían que notificarlos, analizarlos e investigarlos para extraer posibles lecciones que redunden en la seguridad.

Para ello, los organismos nacionales de investigación de accidentes recibirán más apoyo de la EMSA. La agencia europea tendrá un grupo de expertos de diferentes disciplinas a disposición de los países que lo soliciten, así como herramientas y equipos especializados para realizar las investigaciones.