La Ley de Restauración de la Naturaleza pactada no convence ni a pescadores ni a conservacionistas
SOMOS MAR
Los ecologistas critican las excepciones introducidas, como el freno de emergencia, mientras la patronal comunitaria de la pesca teme que se le veden más zonas sin una evaluación de costes, beneficios e impacto
11 nov 2023 . Actualizado a las 04:50 h.De aquí al 2030, los Estados miembros deberán restaurar al menos el 20 % de las áreas terrestres y marinas para tenerlos prácticamente todos regenerados en el 2050. Es el acuerdo provisional al que llegaron el jueves los negociadores del Parlamento Europeo y el Consejo en la redacción de la polémica Ley de Restauración de la Naturaleza, un texto que dividió a los populares europeos y que despertó inquietud entre los pescadores comunitarios.
Según el acuerdo, los Estados miembros tendrán que adoptar, a través de un proceso abierto, transparente e inclusivo, planes nacionales de restauración que detallen cómo pretenden alcanzar estos objetivos. E incluyen el compromiso de garantizar que, una vez conseguidas las metas, el espacio no se deteriore significativamente. De acuerdo con la posición del Parlamento, los países de la UE deberían dar prioridad a las zonas situadas en zonas de Red Natura 2000 hasta el 2030.
Finalmente, los colegisladores han incorporado ese freno de emergencia que criticaban los conservacionistas y que supone que se pueda suspender lo dispuesto en la ley en circunstancias excepcionales, como que esté en juego la soberanía alimentaria. De ahí que los grupos ecologistas, que admiten avances, sostengan que se ha diluido la ambición inicial del texto, al leer las «numerosas excepciones» y la «excesiva flexibilidad» en cuanto a las obligaciones de los Estados miembros, que podría llevar a la inacción.
Europêche critica el acuerdo
Los pescadores comunitarios, sin embargo, no ven tan laxas esas excepciones a las que aluden los conservacionistas. En un comunicado, la patronal Europêche critica duramente el acuerdo porque «amenaza los medios de vida de los pescadores y la producción de alimentos en la UE».
El sector señala que se han ignorado sus preocupaciones, expresadas en numerosas ocasiones y que van desde «la ausencia total de una evaluación de costos y beneficios, el alcance artificialmente ampliado, que resultará en más cierres de áreas, y el trato discriminatorio en comparación con la energía renovable».
Europêche alude a que la Comisión, en una publicación reconoce que, según la Directiva Hábitat de la UE, menos del 2 % de las zonas marinas europeas necesitan restauración y, sin embargo, «propone multiplicar por 10 las zonas que necesitan restauración (20 % de los mares) sin ninguna justificación científica», apunta . Además, hace ver que ese umbral va más allá del objetivo internacional acordado en la cumbre de Kunming-Montreal, poniendo una vez más a la flota pesquera en desventaja competitiva. En consecuencia, según Europêche, los Estados miembros «gastarán tiempo y millones de euros en identificar y restaurar artificialmente zonas que no necesitan restauración» y el sector también «sufrirá las consecuencias de cierres de zonas adicionales no solicitados», vaticina.
Financiación
Otra preocupación que tiene la patronal es la falta de financiación adicional para apoyar la aplicación del reglamento, que se suma a la que van a tener que afrontar para descarbonizar y minimizar su huella, al tiempo que soportan el cierre de caladeros tradicionales. El director general de Europêche, Daniel Voces, comentó: «Las nuevas ambiciones legislativas requieren una financiación adecuada. La propuesta no garantiza la creación de un fondo específico, sin el cual los objetivos serán inalcanzables y la política fracasará. Debemos recordar que la pesca es muy particular en el uso de los fondos y por lo tanto esta ausencia no podría cubrirse desviando fondos de otras áreas».
A la patronal también le preocupa la exención para las industrias de energías renovables del cumplimiento de algunas disposiciones de la legislación medioambiental. A este respecto, Voces señaló que el enfoque «es espantoso, especialmente a la luz de las preocupaciones medioambientales no resueltas destacadas por el Tribunal de Cuentas en relación con las energías renovables marinas».
Europêche aprovecha para recordar que la UE, con todas esas decisiones, está sacrificando su capacidad de producción de alimentos y sugiere que la UE necesita volver a un modelo «en el que toda la producción de alimentos primarios esté bajo el mandato de un comisario dedicado y eso debe suceder en el próximo mandato de la Comisión Europea (2024-2029)».