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Villares luce músculo pesquero mientras carga contra el Gobierno

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

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El conselleiro de Mar reprocha la negativa a bajar el IVA del pescado y recrimina que haya recurrido la ley del litoral

22 nov 2023 . Actualizado a las 04:45 h.

La campaña del calamar patagónico en Malvinas acabó este año antes de lo habitual. El stock está robusto, se estaba pescando bien y se estaban haciendo buenas campañas, pero los científicos aconsejaron dejar descansar el recurso y los 16 barcos con bandera y licencia de las islas pero capital gallego están ahora amarrados en el puerto de Vigo, planeando la siguiente zafra. Uno de estos arrastreros congeladores es el Golden Chicha, de la armadora Chymar. Su consejero delegado es Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), que ayer prestó el barco del grupo para conmemorar el Día Mundial de la Pesca.

Para celebrarlo invitó al conselleiro de Mar, Alfonso Villares, que recorrió las estancias del barco acompañado del director xeral de Pesca, Antonio Basanta, y por la directora del Centro Tecnolóxico do Mar-Fundación Cetmar, Paloma Rueda. A bordo del congelador, el responsable de los asuntos marítimos gallegos lució el músculo de su sector pesquero, ese que quedó reflejado en las últimas tablas input-output y que sitúan la facturación de la cadena mar-industria en 9.000 millones de euros, con una plantilla de 40.000 empleos directos y un peso en el PIB de la comunidad próximo al 5 % que convierte a Galicia en la décima exportadora mundial en productos de la pesca.

Y en el principio de todo está una flota de 4.260 buques, casi la mitad del conjunto de España, que proporciona empleo a 11.556 personas y factura 843 millones de euros. A estos primeros eslabones de la cadena y a sus familias dedicó Villares palabras de elogio y agradecimiento por ser los «auténticos artífices da posición de liderado da comunidade no ámbito da pesca a nivel europeo e mundial».

Lista de reproches

Pero Villares no quiso dejar escapar la oportunidad de que todo ese poderío lo es a pesar del Gobierno central. Cargó contra el Ejecutivo por «manter a súa negativa a reducir o IVE aos produtos do mar, como reclaman desde o propio sector». Una reivindicación que cobra más sentido ahora, pues, según el Observatorio Europeo del Mercado de los Productos de la Pesca y de la Acuicultura (Eumofa, por sus siglas en inglés), en España el consumo de pescado ha caído un 19 % a resultas de la inflación, porcentaje que duplica la contracción detectada en países que gravan este alimento con tipos más bajos.

Rescató otros de los consabidos reproches, como que no se haya incluido la cadena mar-industria en el PERTE agroalimentario o que el Gobierno haya recurrido la ley del litoral con la que quería dar más seguridad a las empresas del mar.

Javier Touza, por su parte, lamentó que no se haya desgajado la Pesca de la cartera de Agricultura o que al menos se le hubiese dado rango de secretaría de Estado. Sin embargo, mostró su satisfacción por el nombramiento de Planas como ministro, un «hombre de palabra, que ha cumplido sus compromisos» y al que, por supuesto «ya han puesto deberes».