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Ecoloxistas en Acción se querella contra la armadora del Toconao y pide que se le imponga una fianza de 10 millones por el vertido de pélets

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA

SOMOS MAR

CEDIDA

El colectivo asegura que las bolas de plástico son «bombas tóxicas»

09 ene 2024 . Actualizado a las 20:21 h.

Ecoloxistas en Acción, junto a Plademar, la plataforma el defensa de la ría de Muros-Noia, ha presentado en el juzgado de Noia una demanda penal contra la armadora propietaria del buque Toconao y contra el capitán del portacontenedores por el vertido de millones de pélets de plástico que están llegando al litoral gallego. Ambas organizaciones atribuyen a la empresa un posible delito contra el medio ambiente y los recursos naturales y piden además al juzgado que le imponga una fianza de 10 millones de euros.

El objetivo de los ecologistas es asegurar que se cumple la máxima de que «quen contamina, paga», de ahí la petición de una caución (es un garantía pecuniaria que se exige durante la tramitación de un proceso judicial para garantizar el pago) de al menos diez millones de euros «que permita acometer os custos de restauración». De esta manera, añaden, pretenden «axilizar esta vía para evitar a impunidade que acabaron tendo verteduras marítimas no pasado».

Sobre la demanda penal, se fundamenta en la afección que el vertido de las bolas de plástico está teniendo en el litoral: «A marea de pélets xa afectou a dez espazos protexeidos da Rede Natura 2000, así como ao parque das Illas Atlánticas e o parque natural de Corrubedo». En sentido, los ecologistas señalan «os danos substanciais á calidade da auga, os solos das praias e os animais e plantas destes ecosistemas, ademais do risco de perxuízos á saúde». Lejos de ser inocuos, las organizaciones denunciantes afirman que los pélets son «bombas tóxicas» porque, por sus características, «atraen as toxinas próximas absorbéndoas como unha esponxa».

Cadena trófica

Inciden Ecoloxistas en Acción y Plademar en que, por su forma y tamaño, las bolas de plástico se confunden con huevas y atraen a numerosas especies de aves, peces y crustáceos, con lo que este material acaba entrando en la cadena trófica y provocando la muerte de los animales, generalmente por dejar de comer al tener el estómago lleno de plástico.

Añaden además otro elemento, y es que «ao entrar na cadea trófica, as substancias contaminantes que portan os microplásticos quedan nos tecidos dos animais». A esto se suma la descomposición de los pélets, que genera «micropartículas e nanopartículas imposibles de eliminar e son inxeridas polo plancto e organismos filtradores».

Para finalizar, las organizaciones lamentan la «inacción da Xunta» y animan a la sociedad a seguir participando en las acciones de limpieza, al tiempo que piden un cambio en el sistema de producción y el modelo económico global, «que asume riscos dos que logo non se fai cargo. Os impactos sobre os ecosistemas non acostuman ser contabilizados e, como neste caso, a limpeza e restauración recae sobre a cidadanía e os medios públicos».