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Feijo dice que es tóxico culpar a la Xunta, y Sumar demanda al Gobierno gallego

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ, AGENCIAS

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Diminutas bolitas de plástico recogidas en la playa de As Lapas, en A Coruña, con la Torre de Hércules al fondo
Diminutas bolitas de plástico recogidas en la playa de As Lapas, en A Coruña, con la Torre de Hércules al fondo César Quian

Al menos quince políticos y siete oenegés opinan sobre la marea de plástico

10 ene 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

Son de color blanco los millones de bolitas de plástico que navegan entre aguas por el Atlántico y el Cantábrico, demasiadas arrastradas a decenas de playas, desde el sur de Galicia a Asturias, Cantabria y el País Vasco. Son de casi todos los colores los al menos quince políticos y siete oenegés que ayer opinaron al compás de la marea de pélets. Esta marejada arrastra a la arena mediática denuncias, querellas, acusaciones, reproches... Y aunque la precampaña electoral en Galicia tiñe los mensajes, el problema medioambiental causado por el mercante Toconao lleva a todos a pedir que se intente frenar el vertido.

En el mismo juzgado en el que Ecoloxistas en Acción presentó su querella, el de Noia, registró Sumar una demanda contra la Xunta «por inactividad», en palabras de Marta Lois, candidata de esa formación a la Xunta.

Lois y la eurodiputada de Sumar Rodríguez Palop también apelan a la Comisión Europea y, en concreto, a Virginijus Sinkevicius para «esixir medidas para facer fronte á crise ambiental». A ese mismo eurocomisario, el de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, y con un propósito similar, también le ha solicitado una reunión el eurodiputado socialista Nicolás García Casares. Mientras la nacionalista Ana Miranda apeló a la Comisión Europea y a la Eurocámara a que adopten medidas ante la «inacción do Goberno galego».

No solo por el impacto en otras comunidades del Cantábrico, la marea de plástico trasciende a Galicia e irrumpe en la política nacional. Núñez Feijoo, presidente del PP español y expresidente de la Xunta, le ha echado un capote a su sucesor Alfonso Rueda al calificar como «tóxico responsabilizar a la Xunta» del vertido. Rueda, que aceptó elevar la alerta por contaminación para recibir apoyo estatal, ha lanzado una «petición moi expresa: que se traballe no mar», además de en la costa, porque «o que se trata é de solucionar este problema».

Desde Muxía, el popular Alfonso Villares, conselleiro de Mar, insiste en censurar al Gobierno central por «non atallar a chegada dos pélets a Galicia pese a coñecer o suceso en Portugal desde o 8 de decembro».

A Teresa Ribera, la ministra socialista de Transición Ecológica que le ofreció ayuda al popular Rueda, le llamaba la atención que la Xunta insistiese en no subir el nivel de alerta: «No sabemos todavía cuál es la magnitud de lo que puede ocurrir», pero «trabajemos juntos».

Mientras Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, acusa de «absoluta irresponsabilidad» a la Xunta, Ione Belarra, líder de Podemos, acusa al «bipartidismo» de estar «tirándose los trastos a la cabeza». Según otro socialista, el ministro de Pesca Luis Planas, «no tenemos constancia de ninguna afectación concreta a nuestro sector pesquero». 

En clave gallega

«O Goberno galego está totalmente superado porque a campaña lle está a marcar a resposta ante esta catástrofe ambiental», declaró desde el parque natural de Corrubedo, Ana Pontón, candidata del BNG a la presidencia de la Xunta. Néstor Rego, diputado del Bloque en el Congreso, censura lo que tacha de «marea de mentiras».

Desde A Illa de Arousa, Gómez Besteiro, candidato socialista a la Xunta, instaba a su rival Rueda «a que non se perda máis tempo».

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWW piden «coordinación en la respuesta ante el vertido por su grave impacto ambiental».