Mar vuelve a intentar hacer del erizo el motor económico de los pósitos de la costa lucense
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El CIMA entregará el martes 4.000 ejemplares juveniles a la cofradía de Ribadeo para su siembra en el banco de la ensenada de Loureiro
25 ene 2024 . Actualizado a las 04:50 h.No es la primera vez que se siembra el mar de erizos. Lo ha intentado Asturias, Andalucía y Galicia. La Cofradía de A Coruña, por ejemplo. Pero también ha habido experiencias en Ribadeo, San Cosme, Burela, San Cibrao, Celeiro, O Vicedo, Espasante o Fisterra. Y la semana que viene volverá a hacerlo la de Ribadeo. Está previsto que el Centro de Investigacións Marinas (CIMA) entregue el martes que viene, 30 de enero, una partida de 4.000 unidades de juveniles de ese equinodermo a los productores de ese pósito para que los siembren en el banco de la ensenada de Loureiro, en la parroquia de Piñeira.
La iniciativa, según explica la Xunta, forma parte del proyecto Xumarou, una acción de investigación que busca mejorar la producción de erizo en cautividad y optimizar el período de preengorde de juveniles con diferentes sistemas para acortar el tiempo que se necesita para trasladar los ejemplares al medio natural.

Este plan, que dispone de un presupuesto de 125.321 euros para cuatro años —concluye este—, persigue «aumentar a produción de exemplares de ourizo de mar na costa lucense e introducir nas confrarías de pescadores as técnicas de sementeira e de seguimento deste recurso ata que alcancen o seu tamaño comercial».
Ese fue el objetivo de la reunión en la que participó el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, con representantes de cofradías de las áreas de Cedeira y A Mariña, así como el director del CIMA, Carlos Gabín, que intervino por videoconferencia. Porque, como destacó Villares, la colaboración entre el sector y los organismos científicos es clave para conseguir lo que se quiere, que es coordinar las actividades de introducción de alevines en la franja cantábrica de Galicia, hacer un seguimiento de los mismos en cada banco, evaluar los resultados y comprobar si con ese incremento de los ejemplares adultos se eleva la intensidad reproductiva y se mejore el reclutamiento en el medio marino.
Todo para aumentar la producción de un recurso del que en el 2023 se vendieron cerca de 631.220 kilos y que generó un negocio de más de 7,6 millones de euros.